En el corazón de Altamonte Springs, Florida, un joven vivió para contar una historia que desafía las probabilidades. Daniel Sharkey, un adolescente de 17 años, se encuentra entre los pocos afortunados que han sobrevivido a un impacto directo de un rayo. Este hecho, digno de una película de suspenso, no solo destaca la increíble suerte y resiliencia de Daniel, sino que también subraya la importancia de la seguridad durante tormentas eléctricas.
Un día común que cambió todo
El pasado lunes 15 de julio comenzó como cualquier otro para Daniel. Realizando labores de jardinería para un vecino, Daniel se encontraba desbrozando cerca de unos árboles. “Estaba justo frente a unos árboles, cortando la maleza, y lo siguiente que supe fue que desperté boca abajo en el suelo”, recordó Daniel desde su cama en el hospital, durante una entrevista para Good Morning America.
El impacto del rayo lo dejó inconsciente instantáneamente. Una cámara de seguridad de un vecino captó el momento exacto antes y después del impacto. Daniel, al recuperar la conciencia, se encontró desorientado y sin recordar lo sucedido. “Me quedé inconsciente y estaba tratando de averiguar qué había pasado. Por un momento, pensé, ‘¿Es esto un golpe de calor?’”, relató.
Un rescate milagroso
La comunidad respondió rápidamente. Vecinos preocupados corrieron a auxiliar a Daniel, encontrándolo tendido cerca de la acera, incapaz de moverse. “No podía mover mis extremidades”, dijo Daniel. “Intentaba gritar pero no podía y sentía que pasaba una eternidad mientras mis oídos zumbaban.”
Tras el incidente, Daniel fue trasladado al Centro Médico Regional de Orlando, donde ha pasado dos días recuperándose. Su historia se une a la de docenas de estadounidenses que han sido alcanzados por rayos en 2024, según el Consejo Nacional de Seguridad contra Rayos.
Aproximadamente el 90% de las víctimas de rayos sobreviven, aunque las secuelas pueden ser graves. Desde 2006, ha habido 486 muertes por rayos en los Estados Unidos, con un promedio de 20 muertes anuales solo en Florida, el estado con mayor número de fatalidades por este fenómeno.
John Jensenius, especialista en seguridad contra rayos del Consejo Nacional de Seguridad contra Rayos, ofrece una clara recomendación: “Si una tormenta está a menos de 10 millas, debes entrar inmediatamente. Esa es la distancia a la que se puede escuchar el trueno. Si el trueno ruge, entra en casa”.
Además, es crucial desmentir un mito común: buscar refugio bajo un árbol durante una tormenta eléctrica es extremadamente peligroso. El rayo tiende a golpear lo más alto, y estar bajo un árbol puede aumentar significativamente el riesgo de ser alcanzado.
Periodista. Estudió Comunicación en la Universidad de Lima. Diez años de experiencia en medios digitales. Actualmente se desempeña como redactor del Núcleo de Audiencias de El Comercio.