Zenny Suárez estaba en shock. No creía lo que acababa de escuchar en el Hospital Nacional de Itauguá, en Paraguay. La mujer acompañaba a su madre que estaba internada y, en el medio de la noche, logró grabar un aterrador sonido cuando el establecimiento estaba casi vacío y en silencio.
¿Qué fue lo que pasó? Pues Zenny grabó una serie de ruidos de llantos y lamentos en los pasillos del hospital. En primer lugar creyó que se trataba de otro paciente, por lo que decidió recorrer el hospital acompañado de Emilce, familiar de otro paciente.
Ellas aseguraron haber recorrido todo el hospital consultando por los ruidos que escucharon en ese lugar, pero nadie había escuchado nada. Tras caminar durante varios minutos por los pasillos, se encontraron con una enfermera que les contó la historia de “María Soledad”.
“Hace 9 días estoy internada con mamá y me tocó pasar por algo que yo no creía”, empezó contando la mujer en la publicación viral de Facebook y que replica Clarín de Argentina. Ella publicó una serie de videos que dejaban escuchar los ruidos en los pasillos del Hospital de Itauguá.
“Algunos dicen que es una persona quejándose de dolor, otros dicen que era un gato en celo y otros dicen que es un alma en pena que deambula por el hospital y yo me quedo con esto último”, contó Zenny. “Duró como 30 minutos, era un llanto desesperante y después vino una intensa lluvia ese domingo. A las 00:00 se acabó. Fueron los 30 minutos más largos de mi vida”, sostuvo.
“No había ninguna persona adolorida, ni animales en celo. Para salir de dudas con Emilce Aquino, que también está cuidando de su mamá en la misma sala y juntas pasamos todo esto, fuimos hablar con otros parientes para saber si alguien había escuchado algo y ¡¡No!! Fuimos los únicos que escuchamos”.
¿Quién es María Soledad?
La historia de la joven que llegó al Hospital Nacional de Itauguá se convirtió en leyenda que todos conocen en la región. Aunque no hay ninguna referencia histórica sobre este caso, las únicas pruebas son los testimonios de personas que se encontraron con los gritos desgarradores en medio de la noche.
El relato cuenta que se trataba de una mujer de Brasil que se llamaba Jessica y había llegado al país junto con un camionero paraguayo que luego la abandonó.
En el barrio Sportivo -de la ciudad de Itá- se recuerda que era muy amable y servicial, además que soñaba con ser modelo. Quienes vieron a este fantasma aseguran que “no es mala ni asusta”.