La inspiradora historia de superación personal de Aaron, un pequeño de 8 años, y su madre, Berenice Pacheco, se volvió viral en Internet porque no enseña que todo esfuerzo al final es recompensado, y más si se hace por nuestros seres queridos. Después de perder su empleo por la pandemia del coronavirus, la mujer y su familia tuvieron que mudarse junto a sus dos hijos a un cobertizo, sin imaginarse que el ingenio de uno de sus pequeños les deparaba un futuro brillante y prometedor.
MIRA AQUÍ: Abuelitos encontraron el amor en un asilo y decidieron unir sus vidas en matrimonio
Berenice es una madre soltera inmigrante ilegal de origen mexicano, y que radica desde hace algún tiempo en Los Ángeles. Ella, tras quedar desempleada, sentía que su futuro estaba sentenciado. “No teníamos otra opción más que instalarnos en esa diminuta construcción y rezar para que la situación mejorara”, señaló la mujer de 30 años a Today al recordar esos oscuros días.
La madre junto a Aaron y su menor hija de 2 años, trataron de salir adelante pero todo estaba cuesta arriba: no podían cumplir con los deberes escolares del niño pues no contaban con internet ni mucho menos una mesa para hacer las tareas. Además, utilizaban los baños de un restaurante cercano para ducharse cuando podían.
HAZ CLIC: Las mejores historias del Internet las encontrarás aquí
“Como madre me rompió el corazón. Sentí que les estaba fallando a mis hijos. Las plazas (parques) siempre los hizo felices, pero luego los cerraron y no podíamos salir a ningún lado. Estábamos atrapados en ese cobertizo”, añadió Berenice. Esos días triste estaban muy próximos a terminar.
Una tarde Aaron le pidió a su madre le comprara una golosina, a lo que ella tuvo que negarse y decidió hacerle un chiste sin imaginar lo que estaba a punto de provocar: “¿Por qué no te armas tu propio negocio y así te compras los que quieres”, ese fue el duro comentario de Berenice hacia Aaron, que más allá de entristecerse le sirvió para pensar en una idea de negocio.
Así fue como nació Aaron’s Garden. “Se le ocurrió la idea de empezar a vender plantas”. Cuando el niño de 8 años le plasmó la idea a su madre, ella decidió darle los últimos $12 dólares que tenía en su cuenta, depositando toda su esperanza en el emprendimiento de su hijo.
Con ese dinero compró 8 suculentas. Instaló una mesa en la puerta y vendió cada planta: recuperó su capital y obtuvo una ganancia de 4 dólares. Con los 16 dólares decidió invertir. Ahora, tras algunos meses, el niño de 8 años es el gerente de Aaron’s Garden y gracias a la ayuda y donaciones en Gound Found Me, logró comprar un departamento y hacer crecer más su negocio.
Además, con su esfuerzo pudo unir a toda su familia: pues Ayleen Pacheco, su hermana mayor, pudo regresar con ellos luego de haber sido enviada a México con sus abuelos en 2018. “Estoy muy orgullosa de mi hermano, porque fue él quien me recuperó”, dijo la niña a la cadena ABC. Los días oscuros en el cobertizo quedaron atrás, en cuestión de meses la vida de los Pacheco cambió radicalmente.