Carly no pudo evitar llorar al confesarle la gran noticia a su abuelo Shelton. (Foto: Premier Living & Rehab Center of Lake Waccamaw/Facebook)
Carly no pudo evitar llorar al confesarle la gran noticia a su abuelo Shelton. (Foto: Premier Living & Rehab Center of Lake Waccamaw/Facebook)
Joel Dávila Quiñonez

Cuando llegó la pandemia del coronavirus a los , Carly Boyd se comprometió en matrimonio con su novio, por lo que quiso compartir su felicidad con su abuelo, pero debido a los protocolos de bioseguridad no pudo verlo, por lo que tuvo que improvisar una idea original para decirle a una de las personas más importantes de su vida que pronto se casaría, por lo que la .

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Cuando Trevor Sellers le propuso matrimonio, nuestra protagonista no lo dudó ni un solo momento y aceptó la propuesta; el momento fue perfecto, pues la pedida se dio teniendo de fondo la playa.

Tras decir “”, la muchacha estaba más que ansiosa para contárselo a Shelton Mahala, su abuelo de 87 años quien se encontraba en una casa de retiro, el Premier Living and Rehab Center en Lake Waccamaw, Carolina del Norte, pero no podía recibir visitas para evitar contagio por la COVID.

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Una forma de decirle que se casaría

Por ello, Carly acudió a Gennie Parnell, la directora del centro, quien le dijo que debían buscar otras formas para comunicárselo: “él estaba en su habitación y comencé a tocar la ventana. Se acercó, estaba emocionado de verme, yo estaba emocionada de verlo y aproveché para decirle que estaba comprometida”, confesó a Yahoo News.

Nuestra protagonista nos cuenta que Shelton tiene demencia, pero pese a esta enfermedad se mostró lúcido recordando a su novio: “lloré y lloré, pero también estaba agradecida por la oportunidad que tuve de, al menos, poder decírselo”, momento que, gracias a la intermediación de Parnell, pudo ser captado en fotos y video.

“Ella y algunos miembros del personal se habían acercado a la puerta y se estaban registrando para asegurarse de que pudiera escucharme. Uno de ellos decidió sacar su teléfono y grabarlo para mí. Cuando nos fuimos, me enviaron un mensaje y me dijeron: ‘¿está bien si ponemos esto en para que otros miembros de la familia sepan que pueden venir y hablar con sus seres queridos por la ventana’?”

Abuelo y nieta no pudieron verse cara a cara debido a los protocolos de bioseguridad. (Foto: Premier Living & Rehab Center of Lake Waccamaw/Facebook)
Abuelo y nieta no pudieron verse cara a cara debido a los protocolos de bioseguridad. (Foto: Premier Living & Rehab Center of Lake Waccamaw/Facebook)

Las lágrimas de Carly

Por ello, lo que vemos en las imágenes es a Carly llorando, colocando su mano en la ventana mientras Shelton hace lo mismo. De inmediato, conectó con muchísimas personas: “no podíamos creer lo rápido que las imágenes comenzaron a generar interés, se difundieron muy rápido. Nos sentamos y vimos cómo los números subían”, dijo la directora a Yahoo News.

Pronto, los vecinos de la zona la reconocieron, al punto que un periódico local se contactó ese mismo día para entrevistarla.

El adiós a Shelton

Lo que siguió fue la boda de Carly y Trevor en diciembre de 2020 formando su hogar en Whiteville junto a su perro Hank a tres años de haber comenzado su relación; sin embargo, el querido abuelo terminó por no asistir al matrimonio de su nieta, principalmente, porque las políticas COVID para adultos mayores se mantenían vigentes, pero esto no evitó que tuviera lugar otro emotivo momento cuando la pareja le dijo que ya eran esposos.

Shelton no pudo asistir a la boda de Carly debido a la pandemia del coronavirus. (Foto: Premier Living & Rehab Center of Lake Waccamaw/Facebook)
Shelton no pudo asistir a la boda de Carly debido a la pandemia del coronavirus. (Foto: Premier Living & Rehab Center of Lake Waccamaw/Facebook)

“Cuando regresé de mi luna de miel, fuimos y le enviamos fotos a través de la ventana; le dijimos que estábamos casados. Estaba muy emocionado por nosotros”, sería una de las grandes emociones de Shelton quien fallecería en diciembre de 2021 cuando tenía 89 años.

“Cuando estaba en el asilo de ancianos las enfermeras decían que disfrutaban mucho escuchándolo, él estaba en su habitación sentado o acostado en la cama cantando himnos en voz muy alta”, sentenció.


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