Oscar Guerrero Tello

En un giro inesperado durante su primera jornada en Shark Wake Park, el buzo John Connor no encontró el teléfono perdido que buscaba. Aunque el fondo del lago estaba demasiado oscuro para usar su linterna de mil dólares, confió en su detector de metales y sus guantes. Aunque no recuperó el teléfono, encontró algo más: una pulsera.

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“La pulsera era de aluminio”, comentó. “No todo lo que brilla es oro”.

Lo que captó la atención de Connor fue la inscripción en la pulsera, que honraba a un policía caído en Bloomingdale, Nueva Jersey, llamado Gary Walker.

“Al leer la información en la pulsera y unir dos más dos”, dijo Connor, “sentí que tenía la obligación de enviar a este caballero a casa”.

Y eso hizo, cumpliendo el anhelo de todo aquel que pierde algo: envió la pulsera de regreso a casa. La envió al Departamento de Policía de Bloomingdale, con la esperanza de que alguien pudiera encontrar a su dueño. Y así fue.

“¡Aquí está!”, exclamó Danielle Walker, la esposa de Gary Walker, mientras mostraba la pulsera en su muñeca. “Está en casa de nuevo. Estaba tan feliz de que la devolvieran. No puedo creerlo”.

Danielle perdió a su esposo por COVID-19 en 2020. Recibió la pulsera durante una carrera de bicicleta que honraba a patrulleros caídos en 2021. Poco después, la perdió en North Myrtle Beach.

“Pensé que estaría en el fondo de ese lago para siempre”, dijo Danielle Walker.

Cuando recibió la llamada del jefe de policía de Bloomingdale, supo que estaba destinado a ser así. Sintió como si Gary mismo la hubiera impulsado.

“Estoy segura de que mi esposo estaba allá arriba diciendo: ‘¡Dios, tenemos que devolverle esta pulsera a mi esposa! ¿A quién conoces?’”, rió. Siento que [Gary] simplemente nos está diciendo que sigue muy presente. Él quería que la recuperara. Quería devolvérmela. Es él amándome a través del espacio y del tiempo, sin importar qué”.

El impacto de Gary trascendió a su familia. Connor dice que ahora tiene una nueva misión: honrar a Gary y ayudar a otros.

“Fue inspirador para mí escuchar cuánto motivaba este hombre”, dijo Connor, “lo amoroso que era como padre y esposo, nunca mirando atrás con rencor. Si algo, espero poder practicar eso y saber que también puedo llevar esas enseñanzas”.

Connor espera regresar a las aguas de Shark Wake Park al menos tres veces al mes. Espera encontrar más recuerdos perdidos para llevar de vuelta a casa.

SOBRE EL AUTOR

Periodista. Estudió Comunicación en la Universidad de Lima. Diez años de experiencia en medios digitales. Actualmente se desempeña como redactor del Núcleo de Audiencias de El Comercio.