Kristen Foreman es una mujer de la ciudad de Baltimore, Maryland (Estados Unidos), que sobrevivió a dos tipos de cáncer que, curiosamente, pudo saber que tenía luego de realizarse unos exámenes porque se sentía muy cansada y también porque notó cierta hinchazón. Ella no se dio por vencida, luchó y sobrevivió. Conoce ahora mismo su conmovedora historia.
La mujer, cando tenía 33 años, se quedaba sin aliento con solo dar unos cuantos pasos. Eso, evidentemente, llamó su atención, pero en ese entonces todavía no se animaba a visitar a un especialista. La situación cambió cuando empezaron otros síntomas, como hinchazón y manchado entre períodos. Es ahí donde acudió a un ginecólogo.
Tras ser evaluada, le indicaron que había una pequeña masa cerca de su ovario izquierdo. “Me dijeron que era un quiste, pero me dijeron que a menudo se disuelven y que no me preocupara demasiado porque era común que las mujeres tuvieran estos quistes”, contó la mujer en diálogo con TODAY.
El momento que marcó un antes y un después en su vida.
Esa masa le daba un mal presentimiento y al poco tiempo le diagnosticaron cáncer de ovario en etapa 1. Es ahí donde los doctores consideraron que lo mejor para Kristen Foreman era someterse a una histerectomía, lo que significa que no iba a poder tener hijos. “Intentar aceptarlo fue casi imposible”, recordó.
Recibió otra mala noticia
Para colmo de males, luego de su histerectomía, se enteró que tenía cáncer de endometrio en etapa 2. Por esa razón, se sometió a seis rondas de quimioterapia seguidas de 12 rondas de radiación, siempre según la citada fuente.
“Como era tan joven, me sacudió la menopausia”, recalcó. “En cuanto a los efectos secundarios, experimenté mucha sudoración, sudores nocturnos, pero aparte de eso, realmente no tuve demasiadas (reacciones adversas)”, añadió.
Kristen Foreman, casi cuatro años después de que le diagnosticaran cáncer, sigue con vida y, por suerte, no ha presentado evidencia de enfermedad en ese tiempo. “Obviamente, siento que cada año, cada día es un hito para mí”, aseveró. “Tengo una perspectiva diferente de la vida en ese sentido, cada momento es verdaderamente precioso, y sé que soy afortunada y no doy por sentado que mi resultado podría haber sido completamente diferente”, indicó después la mujer que espera que su historia sirva para que otras personas se animen a visitar a los médicos si es que observan cambios en sí mismos. “En lo que respecta a los distintos síntomas, no se debe subestimar nada”, sentenció.
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Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de San Martín de Porres. Redactor Real Time del Núcleo de Audiencias en secciones web especializadas en México y Estados Unidos dentro del Grupo El Comercio.