¿Te imaginas comer lo mismo todos los días durante diez años? Esto fue lo que le ocurrió a Jessica Thompson, una niña que ahora tiene 11 años, y que durante su primera década de vida solo comió nuggets de pollo, ello debido a una rara fobia.
De acuerdo con su madre, Julia Cain, de Wilshire, Reino Unido, la obsesión de Thompson con los bocados de pollo empanizado empezaron cuando la niña tenía un año y medio aproximadamente.
“Es una enfermedad”
Cain sostuvo que es un “misterio” la fuente de la fobia de su hija, pero un terapista la diagnosticó con ARFID, un desorden de ingesta a alimentaria evitativa que muchos confunden con la “maña”.
“Algunas veces se arrastraba hasta convertirse en una bola para alejarse de la comida”, dijo Cain. Ese tipo de comportamiento hizo que los médicos simplemente etiquetarán a la niña como “quisquillosa”.
Cain sostiene que como madre quería alimentar a su hija. “La gente no entiende que es una enfermedad, no que es quisquillosa”.
Ya ha probado 24 comidas nuevas
Según New York Post, tomó alrededor de tres semanas de trabajo con el hipnoterapeuta David Kilmurry lograr que la pequeña probara nuevas comidas. Su tratamiento requirió meditación y establecimiento de metas que motivaran a la niña.
“Jessica vino a mí extremadamente enferma, letárgica y ansiosa”, explicó Kilmurry, quien explicó que tratar que una persona con ARFID consuma otra cosa es como intentar que un aracnofóbico tome en su mano una araña. “Envía señales pánico a través del cuerpo de una persona - arcadas y vómitos - solo con la idea de un alimento nuevo o inseguro”.
Ahora la pequeña Jessica ya disfruta de comidas más variadas, que incluyen frutas y verduras, y está a la expectativa del banquete navideño de este año. Hasta el momento ya ha probado 24 nuevas comidas.
“Es un milagro que Jessica pueda comer un plato de comida ahora”, indicó su madre. “No hemos comida juntos como familia, por años, ahora podemos”, anotó.
Qué es el ARFID
El ARFID (Avoidant Restrictive Food Intake Disorder) es un desorden de ingesta alimentaria evitativa. Quienes lo sufren, eliminan tal cantidad de alimentos de su diete que ponen en riesgo su salud. Muchos lo confunden con “la maña” o “comedores selectivos”. Sin embargo, el tener ARFID es mucho más que eso.
El National Eating Disorders Association (NEDA) explica que las personas en el espectro del autismo, los que sufren ADHD y personas con discapacidad intelectual son más propensas a desarrollar ARFID. Los niños diagnosticados con ARFID a menudo también sufren de trastorno de ansiedad concurrente.