Te conmoverá. La comedia del 2022 “Dog”, protagonizada por el aclamado actor Channing Tatum, cuenta la historia de un miembro del Ejército que tiene la tarea de llevar a Lulu, una perra militar, al funeral de su adiestrador. Pero para Tammie Ashley, madre de tres hijos que vive en California, Estados Unidos, “Dog” es más que solo una película: es la historia de su familia.
El hijo de Ashley, el sargento de la Marina, Joshua Ashley y adiestrador de perros militar, dirigía una patrulla fuera de Zombalay Village, en el valle de Helmand, en Afganistán en 2012, cuando fue alcanzado por un dispositivo explosivo improvisado y murió. Tenía 23 años. Su perro, Sirius, sobrevivió.
“Vinieron y llamaron a mi puerta, tal como se ve en la televisión”, contó Ashley a Today. “Ni siquiera podía concentrarme. Sentía que iba a vomitar. Fue al punto que mi hijo mayor tuvo que decirles que dejaran de hablar”.
En el ejército, los guías están obligados a recitar lo siguiente: “Donde yo voy, mi perro va. Donde va mi perro, voy yo”. Antes de morir, Joshua les dijo a sus sargentos que algún día tenía la intención de adoptar a Sirius y llevarlo a casa: su perro era su mejor amigo, su compañero de vida, su otra mitad.
Pocas semanas después de la muerte de su hijo, Ashley hizo planes para traer a Sirius a casa, la última parte viva de su hijo. “Sirius era muy joven, así que elegimos como familia dejar que Sirius siguiera sirviendo”, explicó. “No quería traerlo de regreso a casa solo para que se sentara en el patio trasero. Así que continuó sirviendo e hizo otro despliegue”, añadió.
El regreso a casa de un héroe
En febrero de 2016, después de su segundo despliegue, a Sirius se le permitió ir a casa con Ashley y su familia.
“Hicieron un trabajo maravilloso en Camp Lejeune: le hicieron una ceremonia de retiro real”, dijo Ashley. “Tan pronto como firmé el papeleo para conseguirlo, terminamos llevándolo a Dunkin Donuts para comer algunas donas. Luego volvimos a Camp Lejeune para que todos se despidieran”.
Ashley dijo que traer a Sirius a casa le trajo muchas emociones: dolor, alegría, tristeza, consuelo. “Lloré mucho. Le diría a Sirius que desearía que pudiera hablar, para que pudiera contarme sobre mi hijo”, indicó. “Pero nuestra ciudad era maravillosa: había cientos de personas esperando en el aeropuerto y nos acompañaron a casa con él. Así que fue una gran bienvenida”, agregó.
También hubo un período de adaptación para Sirius y la familia Ashley. “Tenía marines allí para ayudarme, adiestradores de perros para ayudarme, con la transición de traerlo. Se quedaron conmigo el primer día”, explicó Ashley. Como muchos perros militares retirados, Sirius tenía un poco de ansiedad y no le gustaban otros perros.
Ashley salvó a Sirius. Y ella dijo que Sirius la salvó. “Para mí, fue reconfortante para mí”, dijo. “Josh nunca tuvo hijos. Sirius era su bebé. Los adiestradores son los ‘papás’ de esos perros. Solo tenerlo allí y saber que era parte de Josh me ayudó”.