Al igual que el turístico, el sector gastronómico ha sido de los más golpeados con la pandemia de Covid-19. Muchos negocios se vieron obligados a cerrar sus puertas por meses y, recientemente, reiniciaron operaciones en la llamada “nueva normalidad” cumpliendo una serie de restricciones; sin embargo, en medio de esta situación crítica, casos como el de un restaurante en España que exhibió a dos influencers que querían comer gratis lo mejor de su carta a cambio de hacerle publicidad con sus seguidores no tardó en volverse viral en Internet y abrir el debate sobre si fue correcto o no responderles de la manera que lo hizo.
Todo comenzó cuando la cuenta en Twitter del restaurante Topik de Barcelona hacía público el ofrecimiento que había recibido por parte de “Roberta y Mikel”, una pareja que se autodefinía como “influencers de gastronomía con más de 22,000 seguidores y con un promedio de 1000 likes por foto”. En su mensaje, estos personajes recuerdan al dueño del establecimiento que “hoy en día tener visibilidad en las redes sociales es fundamental” para “conseguir nuevos clientes”. “Tener vuestro restaurante en nuestro perfil es una grande oportunidad de captar une nueva clientela (sic)", añaden.
Con el fin de promocionar el local “en todo el mundo y especialmente en Barcelona”, los influencers prometen hacerle publicidad en su perfil, “subiendo un post con diferentes fotos y diferentes stories y un artículo” en su blog para “traer clientes que aún no conocen vuestro lugar o que han olvidado vuestra existencia”. ¿Qué es lo que piden a cambio? Que les invite “a comer vuestros mejores platos”. “Por experiencia, todos nuestros colaboradores están encantados con el retorno y existo de nuestro trabajo”, finaliza la misiva que el restaurante no dudó en compartir en redes sociales.
Pero, ¿qué respuesta recibieron los “influencers de gastronomía”? En su publicación, Topik adjuntó una captura de la contestación, en la que lamentaba su “falta de empatía” el pedir cosas gratis a estas alturas en medio de “una pandemias vigente (sic)” y sabiendo que los restaurantes en Barcelona operan con “aforo limitado de 30% y limitaciones horarias”. “Llevamos desde el mes de marzo perdiendo 50 mil euros, ¿crees que me quedan ganas de invitar a alguien? Tengo mis trabajadores al ERTE (Expediente de Regulación de Empleo Temporal) sin cobrar, un poco de por favor, ¿no?”, precisó.
“Las cosas se hacen por desinterés sin esperar nada a cambio. Que os vaya bien en la vida”, finalizó Topik su mensaje, que desató toda clase de reacciones en Twitter, tanto a favor del negocio por su forma de tratar con los influencers como aquellos que se ponían de lado de estos últimos, quienes solo buscaban una forma de seguir ganándose la vida. Lo curioso es que de todos los anteriormente descritos, un comentario se robó la atención de muchos al bromear que si con sus 900 seguidores, “podía probar del menú a mitad de precio y ayudarlos a barrer luego”.