En Chicago, un nuevo cóctel está causando sensación tanto por su sabor como por su impresionante precio. Este martini, servido en el corazón de la ciudad en el exclusivo restaurante de cocina italiana Adalina, cuesta $13,000. El precio deja a muchos sin palabras. Sin embargo, ¿qué hace que este cóctel sea tan especial como para justificar una cantidad tan grande?
El secreto detrás de este martini no es solo su receta única, sino lo que viene con él: un impresionante collar de diamantes. Sí, además de disfrutar de una bebida cuidadosamente elaborada, los comensales que ordenen el “Marrow Martini” se llevan a casa una pieza de joyería valorada en miles de dólares. El collar en cuestión es un collar de tenis de diamantes de 9 quilates, con 150 diamantes montados en oro de 14 quilates. Esta combinación de mixología de alto nivel y joyería fina es lo que ha convertido a este cóctel en el martini más caro de Estados Unidos.
Una colaboración de lujo
El restaurante Adalina, liderado por el chef Soo Ahn, finalista del famoso programa Top Chef, ha colaborado con Marrow Fine, una prestigiosa marca de joyería ubicada justo debajo del restaurante, para ofrecer una experiencia de lujo sin precedentes. Esta asociación entre la alta cocina y la joyería fina es lo que hace que el “Marrow Martini” sea más que una simple bebida.
Como explicó Colin Hofer, gerente de Adalina, lo que realmente distingue a este martini es la fusión perfecta entre la joyería y la gastronomía. No se trata solo de un cóctel, sino de una experiencia elevada donde el lujo se siente en cada detalle, desde los ingredientes hasta la presentación.
Un martini fuera de lo común
A diferencia de los martinis tradicionales que suelen prepararse con gin o vodka, el “Marrow Martini” utiliza mezcal, una elección poco convencional pero cuidadosamente pensada. Hofer explicó que el mezcal, al igual que la joyería de herencia, es un producto rico y valioso que muchas veces se subestima. En este caso, el mezcal proviene de un agave verde de los desiertos de San Luis Potosí, México, una variedad rara y muy buscada por su sabor único.
Además del mezcal, el cóctel se complementa con ingredientes frescos y sofisticados, como agua de tomate reliquia, licor de chile y aceite de albahaca de limón, creando un perfil de sabor atrevido y memorable. Esta mezcla no solo aporta complejidad a la bebida, sino que también le da un carácter único que lo diferencia de cualquier otro martini en el mundo.
La presentación: un espectáculo en sí mismo
El proceso de servir el “Marrow Martini” es tan especial como sus ingredientes. Antes de llevarlo a la mesa, el cóctel se ahúma en una campana de cristal, lo que añade un toque visual impresionante y prepara los sentidos para lo que está por venir. Una vez que se levanta la campana, el aroma ahumado se mezcla con los sabores del mezcal y los ingredientes frescos, creando una experiencia multisensorial.
El martini se presenta junto al collar de diamantes, lo que añade una capa adicional de sorpresa y lujo. Esta presentación no solo garantiza que el cliente disfrute de una bebida excepcional, sino que también se lleve a casa un recuerdo inolvidable.
Un lujo reservado para unos pocos
El “Marrow Martini” no está diseñado para ser una bebida que se ordene todos los días. De hecho, Hofer admite que no esperan vender muchas de estas exclusivas bebidas. Sin embargo, el interés que ha generado entre la clientela de Adalina ha sido considerable, sobre todo entre aquellos que buscan experiencias únicas y memorables.
“No es algo que veamos con frecuencia en nuestro menú, pero definitivamente ha despertado la curiosidad de nuestros comensales”, comentó Hofer. “Se trata más de crear una experiencia icónica para un grupo selecto de personas, en lugar de buscar una popularidad general”.
Más allá del lujo
Aunque el “Marrow Martini” se presenta como una extravagancia, es un reflejo de cómo el mundo del lujo está evolucionando. Ya no se trata solo de productos exclusivos, sino de experiencias que combinan elementos de distintos mundos —como la gastronomía y la joyería— para crear algo verdaderamente único.
Como señaló Jillian Sassone, fundadora de Marrow Fine, la colaboración con Adalina fue un paso natural. La proximidad de la joyería con el restaurante y la calidad excepcional del menú de Soo Ahn hicieron que la unión fuera perfecta. “Cada vez que visito Adalina, quedo impresionada no solo por los platos, sino por la energía y emoción que se siente en el lugar”, dijo Sassone.
Periodista. Estudió Comunicación en la Universidad de Lima. Diez años de experiencia en medios digitales. Actualmente se desempeña como redactor del Núcleo de Audiencias de El Comercio.