Actualización al 04/12/2020: El restaurante envuelto en medio de la controversia tras negarse a darle una propina de 2.000 dólares que se le dejó a una de sus meseras durante el último fin de semana decidió finalmente otorgarle la suma de dinero. El dueño del local Red Hook Seafood and Bar aseguró que todo ha sido un “malentendido” y que se le otorgará el monto a su trabajadora Emily Bauer. La trabajadora indicó que un cliente le dejó el dinero por Navidad.
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VIRAL | Una mesera en el estado de Texas, Estados Unidos, recibió un inesperado regalo por Navidad: una propina de 2.000 dólares. Sin embargo, Emily Bauer, madre de dos niños, hasta el momento no ha recibido ni un centavo porque, según ha contado, el gerente del restaurante donde labora afirma que el límite de las propinas es de 500 dólares. La historia generó polémica entre los usuarios de las redes sociales. Muchos cibernautas mostraron su apoyo a la camarera.
Bauer estaba saturada de trabajo el último domingo porque tenía varias mesas que atender en el restaurante Red Seafood and Bar en San Antonio cuando recibió la generosa propina pese a que el hombre canceló su orden. “Aunque aún no la recibo, gracias. Gracias por tener un corazón tan grande...”, dijo Bauer al canal de televisión KENS 5, quienes continúan en la búsqueda del cliente que dejó la propina.
El solidario cliente, que estaba cenando con otra persona, pidió que “cancelara todo pero pidió que le diera la cuenta”, indicó Bauer. “Me disculpé, ‘lo siento, estoy siendo lenta’, y él dijo ‘entiendo’. También mencionó que era dueño de restaurantes y sabía lo difícil que era ser mesero”, contó la mujer, quien no se percató del monto de la propina hasta que el hombre dejó el establecimiento que sirve comida marina.
“Me dije, ‘espera’ y cuando vi el recibo comencé a llorar. Como ¡oh Dios mío! ¡Mis hijos! Voy a gastarlo todo en mis hijos”, recordó Bauer, cuyos niños tienen 2 años y 5 meses. “Estaba como ‘oh Dios mío’. Nunca he tenido una Navidad en la que haya podido gastar dinero en ellos”, añadió. Junto a los 2,000 dólares escritos en el recibo había un mensaje que decía: “¡Feliz Navidad! ¡Sigue trabajando duro!”.
Pero cuando fue a reclamar su propina, se topó con una respuesta inesperada de su empleador: el límite de propinas en el restaurante no puede ser superior de 500 dólares. Agregó que su gerente le informó que el hombre que le dejó la propina llamó al restaurante para decir que estaba decepcionado de que no pudiera recibir el dinero, pero no anotó su información para que la mesera pudiera contactarlo.
Ante la negativa, sus compañeros sugirieron que el gerente le diera la propina en partes, pero Bauer asegura que se negó. “No creo que sea nuestra responsabilidad como empleados decir, ‘oh, no me puedes dar tanta propina, lo siento. Oh no, hay un límite’. Si ese es el caso, debería haber carteles colocados en los restaurantes o en el recibo para decir que hay un límite de 500 dólares”, reclamó Bauer.