Durante las misiones militares, los soldados de Estados Unidos enfrentan numerosas adversidades y momentos de soledad. Sin embargo, a veces encuentran consuelo y amistad en los lugares más inesperados. Este fue el caso de varios soldados que, durante su despliegue en el Medio Oriente, se encariñaron con perros callejeros. Estos lazos formados en situaciones de estrés y peligro han llevado a historias conmovedoras de reencuentro y adopción, que demuestran el profundo impacto emocional que los animales pueden tener en los seres humanos.
El vínculo forjado en medio del conflicto
Mientras estaban desplegados, los soldados Michael Branch, Kai Garnette, Ryan Kissoon y Naraly Garcia encontraron compañía y consuelo en perros callejeros. Estos animales, a menudo abandonados y necesitados de cuidados, se convirtieron en compañeros invaluables para los soldados. Los perros no solo proporcionaron alivio emocional, sino que también ayudaron a los soldados a sobrellevar el estrés y la soledad de la misión.
Michael Branch, especialista del Ejército, se encontró con Socks, un perro que rápidamente se convirtió en su sombra. Branch recuerda cómo Socks lo seguía a todas partes, brindándole una sensación de normalidad y cariño en medio del caos. Por su parte, Kai Garnette formó un vínculo especial con King, un perro que se convirtió en su confidente y compañero leal. Garnette menciona cómo King era un recordatorio constante de humanidad y amor en un entorno frecuentemente inhóspito.
El sargento Ryan Kissoon se encontró no con uno, sino con dos perros: Milo y Shilo. Estos perros se convirtieron en una fuente de alivio y amistad, proporcionando una distracción bienvenida del estrés diario de la misión. Finalmente, la especialista Naraly Garcia encontró a Hades, un perro que trajo luz y alegría a sus días más oscuros.
El emotivo reencuentro
Tras finalizar sus misiones y regresar a Estados Unidos, los soldados no pudieron olvidar a sus compañeros de cuatro patas. Determinados a traerlos a casa, contactaron con la organización sin fines de lucro Paws of War, que trabaja incansablemente para reunir a soldados con los animales que rescataron durante sus despliegues.
El camino para traer a estos perros desde el Medio Oriente a Estados Unidos no fue sencillo. Paws of War enfrentó numerosos desafíos logísticos y burocráticos para garantizar la seguridad y el bienestar de los animales. Sin embargo, su dedicación y esfuerzo dieron sus frutos cuando finalmente organizaron un evento de reencuentro en el Hampton Inn Brooklyn/Downtown en Nueva York.
El día del reencuentro, la emoción era palpable. Michael Branch, al ver a Socks nuevamente, no pudo contener las lágrimas y exclamó: “Estoy tan feliz de verte, bebé. Te ves genial”. Kai Garnette, al abrazar a King, sintió una ola de recuerdos y alivio emocional: “Es como recordar estar allá afuera, tenerlo de vuelta es increíble”.
Ryan Kissoon, al reunirse con Milo y Shilo, expresó: “Estos perros me brindaron una sensación de alivio, amistad y amor que nunca olvidaré”. Naraly Garcia, al ver a Hades, comentó emocionada: “Espero que le gusten sus nuevos alrededores. Será muy bien cuidado”.
La dedicación de Paws of War no solo permitió estos emotivos reencuentros, sino que también aseguró que los perros encontraran un hogar lleno de amor y cuidado. Esta organización, fundada en 2014, ha ayudado a más de 950 veteranos y primeros respondedores, proporcionando animales de servicio y apoyo rescatados de refugios con altas tasas de sacrificio.
Periodista. Estudió Comunicación en la Universidad de Lima. Diez años de experiencia en medios digitales. Actualmente se desempeña como redactor del Núcleo de Audiencias de El Comercio.