Conforme pasan los años, uno de los mayores temores es perder nuestras capacidades mentales en la vejez. Y es que la disminución gradual de neuronas y la contracción del tejido cerebral son algunas de las condiciones que se presentan con el avance de los años. Si bien no se puede evitar el envejecimiento, una investigación reciente de una intervención dietética de 18 meses ofrece esperanzas sobre cómo poder retrasar el envejecimiento cerebral cambiando lo que comemos.
Se trata de un estudio internacional, dirigido por la Universidad Ben-Gurion del Néguev, como parte del ensayo DIRECT PLUS Brain MRI, que ha permitido revelar cómo el control del azúcar en sangre puede afectar significativamente la salud cerebral.
La edad cerebral, evaluada mediante mediciones de resonancia magnética del hipocampo y los ventrículos laterales, refleja el envejecimiento biológico del cerebro, que puede diferir de la edad cronológica de una persona. Mientras que la edad cronológica es el número de años vividos, la edad cerebral indica la salud real del cerebro. Por lo general, a medida que envejecemos, el hipocampo se encoge y los ventrículos laterales se expanden, lo que actúa como marcador del envejecimiento cerebral. Algunas personas tienen una edad cerebral más joven o más vieja que su edad cronológica. Una edad cerebral más joven sugiere una mejor salud cognitiva, mientras que una edad cerebral más vieja puede indicar un envejecimiento acelerado y un mayor riesgo de deterioro cognitivo.
La esperanza de la dieta mediterránea
Una investigación previa, publicada en 2022, reportaba que una dieta mediterránea, atenuaba la atrofia cerebral relacionada con la edad en un 50% en 18 meses.
En este nuevo estudio, publicado en The American Journal of Clinical Nutrition 2024, los científicos tuvieron como objetivo entender el mecanismo por el cual la dieta mediterránea y dieta mediterránea verde lograban demorar la atrofia cerebral.
Es así que los investigadores descubrieron que una disminución de la HbA1c y de los marcadores clave de los niveles de azúcar en sangre a largo plazo se asocia con cambios positivos significativos en regiones específicas del cerebro que suelen verse afectadas por la atrofia relacionada con la edad. Los resultados de la resonancia magnética cerebral mostraron que los niveles más bajos de HbA1c se correspondían con mayores desviaciones en el tálamo, el núcleo caudado y el cerebelo, áreas cruciales para la función cognitiva, el control motor y el procesamiento sensorial. De esta manera, de la investigación se desprende que un mejor control del azúcar en sangre podría ser uno de los factores más importantes para frenar los cambios cerebrales relacionados con la edad.
¿Cuáles son los efectos específicos del exceso de azúcar en el cerebro?
De acuerdo con CDC (Centros Para el Control y la Prevención de Enfermedades) de Estados Unidos, el cerebro es un órgano sensible a la glucosa. “Tanto los niveles altos de azúcar en la sangre como los bajos pueden dañar los vasos sanguíneos del cerebro”, destaca.
El CDC explica que tener episodios frecuentes de niveles altos de azúcar en la sangre (hiperglucemia) “puede crear estrés en el cerebro”. “Los niveles altos de azúcar en la sangre, con el tiempo, van dañando los vasos sanguíneos del cerebro que llevan sangre rica en oxígeno. Cuando el cerebro recibe muy poca sangre, las células del cerebro pueden morir. Esto puede causar problemas con la memoria y la capacidad de pensar y, al final, provocar demencia vascular”, precisa
Qué alimentos forman parte de una dieta mediterránea
Una de las principales características de la dieta mediterránea es el alto consumo de:
- Verduras
- Frutas
- Granos o cereales integrales
- Frutos secos y semillas
- Aceite de oliva
- Hierbas y especias
- Pescado o carne magra