Muchos deciden comprar el pescado congelado en lugar de fresco, principalmente, por el precio que suele tener y la variedad de platos que se pueden preparar. Para esto, no debe romperse la cadena de frío, por lo que resulta práctico usar una caja térmica para transportarlo de la tienda o el mercado a casa. Hoy, en Mag, te contamos cómo lograr que el pescado congelado “sepa” como si estuviera fresco. De esta manera, podrás sorprender a las personas para las que cocines.
Aunque la ultracongelación mantiene prácticamente inalterados los nutrientes del pescado y disminuye su exposición a posibles contaminaciones parasitarias, como el anisakis, en general se acepta que el pescado fresco es más denso en nutrientes. Además, hay muchos cortes diferentes disponibles, y puedes usar la cantidad que necesites y guardar los restos para tus comidas posteriores.
Uno de los errores más comunes que cometemos al descongelar es sacar la pieza del congelador y dejarla a temperatura ambiente. De esta forma, pierde agua y jugosidad de forma significativa. Además, es sencillo que las bacterias lo contaminen o que aparezcan microorganismos que pueden provocar enfermedades alimentarias.
Quita de esta manera el sabor de pescado congelado
Lo ideal es dejar la pieza en la sección menos fría del refrigerador sobre una rejilla debajo de la cual colocaremos un recipiente para recoger el agua de descongelación. De esta forma, el pescado no quedará sumergido en agua y, cuando lo cocinemos, su sabor será ideal.
Pon en práctica este truco casero una vez descongelado el pescado para mantener su textura y sabor similares a los del pescado fresco que venden en el mercado. Remoja el pescado en leche durante una hora antes de cocinarlo.
Basta con secar el pescado a golpecitos con servilletas de papel absorbente una vez transcurrida la hora, y después sazonarlo con un chorrito de zumo de limón para que quede mucho más jugoso. Además de tener así un sabor más suave, también se reduce el fuerte olor que desprende al cocinarlo (a la plancha, al horno, etc.). ¡Y ya está!
Descubre qué aceite usar para freír pescado
Se puede comer pescado con cualquier aceite para freír, sin embargo, hay opciones preferidas entre las personas: puedes usar aceite de oliva, de girasol o virgen, por lo que tienes que estar al tanto del sabor.
Sin embargo, es recomendable no usar el aceite vegetal de soya o semilla de girasol en exceso, por su alto grado en grasas saturadas. Por el contario, si puedes usar aceite de oliva entonces garantizarás una comida saludable.
En esa línea, entre los aceites más asequibles para freír pescado está la canola, el maíz y el aceite vegetal; aunque puedes usar aceite vegetal de oliva o coco para mayor nutrición.
¿Cuál es el mejor método de cocción para el pescado?
Se recomienda, en la mayoría de las veces, freír enteramente el pescado. Una vez se sazone, se debe cubrir con harina previo a freírlo y sellar su sabor. Notarás que la carne está lista cuando con un tenedero lo atraviesas fácilmente.
Por otro lado, asar el pescado requiere de atención constante para así evitar que se queme. Sin embargo, hornear es un asunto más relajado y sencillo, debido a las bajas temperaturas que se utiliza.
¿Cómo se cocina el pescado congelado para que sepa bien?
Unte ambos lados del pescado congelado con aceite de oliva, canola, cacahuate o semillas de uva. Coloque el pescado en la sartén caliente y cocínelo, sin tapar, unos 3 minutos, hasta que se dore. Dé la vuelta al pescado, sazónelo con especias y tape bien la sartén. Reduzca el fuego a medio y cocine de 6 a 8 minutos más hasta que esté opaco por todas partes.
Por otro lado, puedes optar por hornear, escalfar o cocinar al vapor casi cualquier pescado; estos son los mejores métodos a usar si te saltas el proceso de descongelación de este alimento del mar.
¿Qué parte del pez no se come?
De acuerdo a La Agencia de Protección Ambiental de EE. UU., se recomienda evitar la piel y los órganos internos del pez al momento de comerlo, así también, la carne oscura del animal y la cola.
Por otro lado, entre los peces más sucios encontramos al atún, por lo cual su lavado debe darse cuidadosamente. Ten en cuenta también que comer la piel del pez es opcional, pues no supone un efecto negativo para la salud.
En la cocción, expertos recomiendas no usar demasiado aceite para freír un pescado, los aceites vegetales degradan rápidamente las bondades nutricionales de esos alimentos marítimos.
¿Cómo hacer para que no se desarme el pescado?
Lo más recomendable es extender unas gotas de aceite en la pieza de pescado. Es importante añadir una capa de aceite uniforme al pescado antes de pasarlo por la plancha o sartén para ayudar a una cocción óptima y regular.
Como resumen: piensa siempre en tiempo de cocción más cortos y con temperaturas más altas para el pescado, así lograrás que sus fibras musculares se mantengan unidas y no se rompan fácilmente.
Debes saber que las fibras del pescado son muchas más cortas y finas que el de la carne de vaca, por lo que es natural que se disuelva. Su porcentaje de colágeno es muy susceptible a la cocción.
¿Por qué no se comen las escamas de pescado?
Las escamas de cualquier pescado, así como su piel, no entran dentro de los aperitivos marinos por su sabor ‘fuerte’. Además, su consistencia no es apetecible para los que comen pez frito o fresco en distintos platillos.
Otro punto importante es que las escamas de los peces tiene una composición dura y puede que quedes a merced de un atragantamiento. Aparte de ello, no hay beneficios nutricionales detrás de las escamas de estas criaturas marinas.
Por otro lado, las escamas de pescado son ricos en omega 6, ácidos grasos naturales y también en colágeno, por lo que puedes aprovechar su proteína saludable de vez en cuando.
¿Qué ocurre si ceno caldo de pescado?
En el caso de las sopas o caldos de pescado, contiene hierro, vitamina B12 y grasas saludables. Asimismo, si se consume en la cena, puede ayudar a fomentar el sueño, dado que el pescado contiene ácidos omega 3, según precisa el portal Consumer.
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