El árbol de Navidad es una de esas cosas que jamás debe faltar en un hogar. Este robusto objeto suele resistir año tras año y casi siempre forma parte de la bonita decoración de la casa. A la mayoría incluso le encanta abrir una a una sus numerosas ramas para darle estilo e iluminarlo con las tradicionales luces.
Eso no es todo, pues el árbol también sirve de mucho para colocar los regalos navideños y mejorar la presentación de estos. Más allá de sus diferentes usos, este artículo desprende olores que resultan nada desagradables. No obstante, ¿sabías que dicho aroma puede poner en riesgo tu salud?
Dustin Poppendieck, ingeniero ambiental del grupo de ventilación y calidad del aire interior del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología, asegura que tanto los árboles reales como los artificiales emiten sustancias químicas durante semanas.
¿El árbol de Navidad afecta la salud?
Si bien no hay demasiadas investigaciones al respecto, existen algunos informes que sí dan pistas del impacto en el aire cuando se introducen estos árboles, según precisa Poppendieck en diálogo con la edición estadounidense del Huffington Post.
Antes de nada, el aroma a pino del árbol navideño proviene de la liberación de una mezcla de compuestos orgánicos volátiles (COV), los cuales pueden causar una irritación en los ojos, la nariz y la garganta, sobre todo, en aquellas personas que tienen alergias o asma.
En ese sentido, Bryan Cummings, científico investigador de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Drexel, no cree que estos efectos secundarios tengan consecuencias significativas en la salud del público en general.
En cuanto los árboles artificiales, Cummings explica que estos “contienen plásticos y PVC (cloruro de polivinilo), y uno de los principales plastificantes de estos materiales son los ftalatos (...) algunos de los compuestos pueden ser neurotoxinas o carcinógenos con exposición a largo plazo”.