Una de las primeras cosas que muchas personas hacen cuando empiezan a convivir o se quedan a dormir algunos días junto a su pareja es llevar su cepillo de dientes y colocarlo en el mismo recipiente o vaso en el baño, algo que también hacen las familias. Aunque dejarlo en este entorno ya se considera peligroso para la salud, estoy seguro de que nunca te pusiste a pensar que si ambos utensilios se están rozando también puede resultar peligroso. En esta nota te cuento todos los detalles de la mano de un experto. Además, te recomiendo: Este es el tiempo que debe durar tu ducha diaria y por qué se produce el ‘olor a viejo’ en adultos.
Cuando pensamos en una buena salud bucal, en muchas ocasiones se cree que solo basta con cepillarse los dientes tres veces al día o usar enjuague bucal e hilo dental, pero muy pocas veces se considera que el mantenimiento y correcta limpieza de esa herramienta que introducimos a nuestra boca, también es vital.
Además, resulta importante considerar que muchos dejamos el cepillo de dientes en el baño, ya que es una costumbre muy arraigada, pero estudios recientes han demostrado que es una práctica muy poco higiénica. Esto se debe a que con cada descarga del inodoro, las bacterias son esparcidas en el ambiente y pueden llegar rápidamente al instrumento de higiene oral utilizado para limpiar dientes y encías. Estas son causantes de distintas enfermedades gastrointestinales. Lo mejor es almacenarlo en un lugar fresco fuera del baño.
Mantén tu cepillo limpio y libre de bacterias
Si no tenías en mente que el baño podía llenarlo de bacterias y gérmenes, hoy vengo a activar tus alarmas con esta información y algo que los expertos conocen como “contaminación por cepillo de dientes”. Para evitar la acumulación de gérmenes, es esencial enjuagar el cepillo con agua caliente después de cada uso y sacudir el exceso de agua. Además, “es importante evitar el contacto entre las cerdas de diferentes cepillos para prevenir la transferencia de bacterias”, según detalla el Lic. Edgar Hinostroza, docente de la carrera de Prótesis Dental del Instituto Carrión.
Así como lo lees, si tu cepillo de dientes permanece muy junto al de tu pareja u otros familiares, también se puede contaminar si esa persona ha estado enferma, especialmente con infecciones virales o bacterianas como resfriados, gripe o infecciones de garganta y favorecer el desarrollo de los gérmenes provenientes de la boca, las manos, el vaso donde los dejamos y hasta el propio aire del baño. En estos casos, lo mejor es reemplazarlo por uno nuevo para prevenir la reinfección y asegurar una higiene bucal óptima durante la recuperación. Aquí también debes descartar la idea de compartir el cepillo con otra persona, por más que la beses en la boca a diario.
Para una desinfección más profunda, se puede sumergir el cepillo en enjuague bucal antibacteriano o en una solución de agua y vinagre. “El cepillo dental debe tratarse con cuidado debido a que puede convertirse en un foco de gérmenes. Para evitar la acumulación de bacterias es necesario que se le dé una correcta limpieza y que se deseche a tiempo. Un cepillo dental bien mantenido es la primera línea de defensa contra problemas bucales. No solo importa cómo lo uses, sino también cómo lo cuidas”, agregó el experto.
Cuándo reemplazar el cepillo dental
Ya te adelanté que lo mejor es hacerlo luego de afrontar un proceso viral, pero no es el único momento. Lo ideal es cada tres meses para garantizar una limpieza eficiente. Un cepillo con cerdas desgastadas, deshilachadas o que no recuperan su forma original es menos efectivo y debe ser cambiado. Si el cepillo presenta un mal olor persistente o causa irritación en las encías, es una señal clara de que ya no cumple su función adecuadamente.
Si el tuyo ya luce así, es mejor darte una vuelta por la farmacia o comercio cercano para elegir uno con cerdas suaves que tienen la capacidad de eliminar la placa sin dañar el esmalte ni las encías. Además, se recomienda optar por cepillos con cabezas medianas o pequeñas, debido a que permiten acceder a todas las áreas de la boca, incluidas las más difíciles. Además, recuerda que después de cepillarnos los dientes y de enjuagar el cepillo, es conveniente secarlo ya que la humedad favorece la proliferación de bacterias.
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Cuáles son las diferencias entre cepillos de adultos y niños
La selección del cepillo dental varía según la edad. Los niños requieren cepillos con cerdas más suaves y diseños específicos que se adapten a su boca. Es importante supervisar su rutina de cepillado para garantizar una buena higiene bucal desde una edad temprana.
¿Qué tipo de cerdas es mejor para un cepillo de dientes?
Los dentistas recomiendan habitualmente usar cepillos que contenga cerdas suaves por el simple hecho de que sean menos agresivas para el esmalte dental y las encías. En caso posees de sensibilidad, es recomendable utilizar este tipo de utensilio bucal.
Cómo almacenar un cepillo de dientes
Después de usar el cepillo de dientes, es recomendable almacenarlo en un lugar seco y aireado. Es importante también que lo mantengas lejos del inodoro y de otros cepillos para evitar contaminación cruzado. Tendrás que mantenerlo en posición vertical.