En los últimos años, el número de profesionales de la salud se incrementó en el Perú, principalmente en la enfermería. Aunque un gran porcentaje ejerce la carrera, otra opción recomendable es emprender sus propios negocios en esta área gracias a sus conocimientos y creatividad.
La enfermería se destaca en servicios de salud asistencial a nivel mundial, con más del 85% de enfermeras mujeres, En Perú, hay más de 110,000 enfermeros registrados, lo que demuestra el potencial de esta carrera.
4 recomendaciones para emprender en el área de salud
Aunque la mayoría de las enfermeras se dedican a la atención directa al paciente en instituciones de salud, existen oportunidades de negocio en el campo de la enfermería que aún son poco exploradas. Al respecto, Elena Zuñiga, enfermera y docente de la Escuela de Posgrado Wiener, comparte cuatro recomendaciones para emprender en el área de la salud:
- Fortalecer los conocimientos en gestión empresarial y gestión estratégica. Según la especialista, es necesario adquirir conocimientos en administración, finanzas y contabilidad para gestionar eficientemente una empresa en el campo de la enfermería. Asimismo, desarrollar habilidades directivas y de gestión de talento humano.
- Superar obstáculos y estereotipos. Afrontar los obstáculos comunes en el emprendimiento, como la falta de financiamiento, los desafíos específicos del género y la imagen social asociada a la enfermería. El profesional de enfermería debe buscar fuentes de financiamiento e inclusión financiera, así como empoderarse en la gestión empresarial.
- Identificar oportunidades y necesidades. Para concretar la visión de oportunidades, es importante seguir estos pasos. En primer lugar, se debe reconocer la viabilidad y necesidad de la idea de negocio, considerando la demanda y su caracterización. En segundo lugar, se debe evaluar la pertinencia de la idea frente a la crisis económica y el entorno dinámico. En tercer lugar, es necesario contar con la actitud y conocimientos adecuados para materializar las ideas, ejercer el liderazgo y encontrar fuentes de financiamiento sostenibles. Por último, se debe analizar el contexto, incluyendo las políticas vigentes, el apoyo técnico disponible y los riesgos asociados.
- Escuchar a los clientes y adaptarse. Establecer una comunicación cercana con los clientes, escuchar sus necesidades y retroalimentación para mejorar los productos o servicios ofrecidos, fidelizar clientes y atraer a nuevos clientes. “El profesional debe escuchar a sus clientes, no podrá innovar ni crecer si omite la retroalimentación de su producto o servicio”, dijo Zuñiga.