Si algo han logrado las redes sociales a raíz de la popularización de recetas fáciles y virales es hacer que millones de personas de todo el mundo se sientan atraídas por la gastronomía, la nutrición, los trucos de limpieza y todo lo que rodee a la cocina.
No es de extrañar pues que las distintas plataformas de Internet se llenen constantemente de sencillos trucos caseros para hacer recetas sencillas y rápidas. El último: los otros usos que le puedes dar al pelador de papa. Estamos seguros que muchos desconocían esto.
Presuponemos que el pelador de papa se ha ideado para todas esas funciones que le damos normalmente, aunque si le damos una vuelta, podemos encontrar muchas otras que serán útiles en las tarea de la cocina.
Otras usos del pelador de papa
Si lo pensamos bien, el pelador, además de para pelar, valga la redundancia, nos puede ser muy útil para todo aquello que queramos laminar.
- Posiblemente, el más popular de estos trucos caseros es el de laminar la mantequilla. ¿Se te complica lo de extender la mantequilla en las tostadas cuando la acabas de sacar del frigorífico? Puedes sacar unas láminas con el pelador y untarlas fácilmente en tu tostada.
- El mismo truco podemos aplicar con una porción de queso. Nos gusta encontrarnos lascas de queso en las ensaladas, así que, en lugar de comprar pedacitos envasados, nada como cortarlos en el momento de la porción de queso que tienes en casa con un pelador.
- Con las virutas de chocolate pasa lo mismo. Para un bizcocho, para un yogur, para un bowl de frutas... coge tu tableta de chocolate y con el peladr de papa ve sacando virutas para tu postre.
- Otra buena opción es la de laminar verduras y hortalizas. Si lo tuyo no es el manejo del cuchillo para cortar una cebolla en juliana, puedes laminarla muy fino con un pelador de papa.
- Puedes hacer tallarines de calabacín en tu propia casa sacando láminas con el pelador de papa. Otra manera sencilla de aprovechar este sencillo y económico utensilio de cocina.
¿Por qué nunca deben estar papas y cebollas juntas?
Sin embargo, dicho químico puede convertirse en un “dolor de cabeza” si decidimos almacenar la patata junto a la cebolla. Cuando presentan grillos, cortes y su piel comienza a arrugarse aumenta la emisión de etileno. Una vez que sucede esto, la cebolla se deteriora.
En ese sentido, los expertos recomiendan que las patatas y las cebollas deben sí o sí guardarse por separado en una zona fresco, seco, oscuro y aireado. Tampoco necesitan estar dentro de un recipiente cerrado porque se terminarán pudriendo.
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