La Navidad está a la vuelta de la esquina y si tienes pensado hacer un rico salmón para la cena de Nochebuena llegaste al artículo correcto. Sí, tal como lees. Entre las diferentes recetas que existen para sorprender a los invitados, el salmón es una de las mejores opciones y aquí te enseñamos a elegir el mejor.
Aunque no lo creas, el salmón representa una fuente rica en ácidos grasos Omega-3, proteínas y minerales. Además, este pescado azul puede cuidar el corazón y prevenir la depresión. He ahí las razones por las que los especialistas en nutrición aconsejan su consumo.
Sin embargo, a la hora de comprar este último, es fundamental saber algunos ‘secretos’. Por eso mismo, a continuación te damos las claves para distinguir un buen salmón crudo, ahumado o marinado de uno malo.
Cómo saber qué salmón es el mejor
Primero, debes fijarse en su apariencia. Cuando tiene un tono rosa claro se trata de un pescado de la piscifactoría; mientras que el salmón salvaje (capturado dentro de su hábitat natural) presenta un color brillante rojo anaranjado.
También hay que prestar mucha atención a las líneas blancas que aparecen en los filetes. Según explican desde El Español, si están muy separadas, quiere decir que el salmón no es fresco y pronto iniciará su fase de descomposición.
En el caso de que los salmones desprendan un olor a amoníaco y tengan manchas en la piel o una capa blanquecina, piénsalo dos veces antes de comprarlo. Tampoco caigas en el error de comprar el producto más barato, ya que el pescado azul es caro.
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