La lejía funciona en muchas superficies, pero no en todas. (Foto: Pexels)
La lejía funciona en muchas superficies, pero no en todas. (Foto: Pexels)
Oscar Guerrero Tello

Aunque la tiene muchas aplicaciones en lo que a limpieza respecta, además de eliminar las de la ropa blanca, hay varias cosas que debemos y no debemos hacer con este productos limpiador. Además de mezclarla con otros artículos de limpieza o desinfección, hay otras cosas que debes evitar, ya que puede producir vapores nocivos y poner en riesgo nuestra salud.

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La lejía puede matar las bacterias y los patógenos que quedan en las superficies después de una limpieza inicial. No es un limpiador en sí misma, pero funciona dentro de los 10 a 60 minutos posteriores al contacto para matar lo que queda después de su primera pasada con agua y jabón.

En qué superficies no debes usar lejía

Dicho esto, hay algunas superficies del hogar en las que NO debes usar o pasar lejía:

  • Laminado
  • Piedra
  • Mármol
  • Granito
  • Cuarzo
  • Aluminio
  • Plata
  • Cobre
  • Esmalte (con astillas)
  • Cualquier cosa electronica

Las razones para evitar la lejía en este tipo de superficie varían: por ejemplo, la lejía puede corroer la capa protectora del laminado y dañar el papel laminado debajo, o la lejía puede corroer los selladores de las encimeras de piedra y decolorarlos.

Básicamente, es demasiado corrosivo para confiar en ciertas superficies, pero está bien en cerámica vidriada, tablas de cortar de plástico, madera pintada y similares. Dado que debes dejar lejía en las superficies durante un tiempo para desinfectarlas realmente, puedes adivinar cómo esta erosión podría ser un problema.

Diluye tu lejía, pero nunca con agua caliente

Es posible que hayas escuchado que la lejía debe diluirse, pero es posible que no sepas cuánto. , primero debe seguir las instrucciones de la botella que tienes, pero si no tienes instrucciones, usa ⅓ taza de lejía por galón de agua a temperatura ambiente o cuatro cucharaditas por cuarto de galón de habitación.

Nunca diluyas la lejía con agua caliente, ya que esto puede permitir que parte de ella se disperse en el aire con el vapor e irrite los ojos y la nariz. Además, el agua caliente descompone los químicos del blanqueador más rápidamente.

Incluso cuando lo diluyas correctamente, debes usar la lejía en habitaciones con buena ventilación para evitar respirar el producto. Abre tus ventanas y puertas. También use guantes y materiales protectores, así como ropa vieja que no le importaría mancharse con lejía.

¿Este truco casero te pareció interesante y aprendiste un poco más sobre la limpieza y el cuidado de tu hogar sin invertir mucho dinero? Como este ‘hack’, hay otro tipo de utilitarios que serán de tu agrado. Te invitamos a conocerlos y ponerlos en práctica. Para ello, para más trucos caseros en Mag, y listo. ¿Te animas?

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