¿Alguna vez te pusiste a pensar por qué te gustan tanto los bocadillos salados o la razón por la que no cambiarías los postres por nada del mundo? Al momento de elegir los snacks que nos ayudarán a calmar el apetito mientras estamos en la oficina o esperamos que llegue la hora de la cena, muchos seleccionamos los productos que consumimos recurrentemente y esto no parte solo por un gusto, sino por algo más a fondo. Aquí te explico los resultados de un reciente estudio sobre las preferencias alimenticias y cómo están relacionadas con ciertos rasgos de tu personalidad, sobre todo si te consideras una persona dulce.
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Esos pequeños refrigerios que nos calman el hambre varían entre lo salado, dulce, ácido, picante o amargo y fueron materia de análisis por científicos del Gettysburg College en Pennsylvania, Estados Unidos, y publicado en el ‘Journal of Research in Personality’. En total participaron 1.629 personas de países como China, Alemania, México y Estados Unidos.
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Tras analizar las preferencias de sabor y cómo estas podrían relacionarse con su personalidad se halló que las personas que prefieren los alimentos dulces también son simpáticas al momento de relacionarse con los demás, ¿cómo así?
‘Las personas dulces’ son también amables
Los participantes completaron una escala de preferencia de sabor dulce que contaba con diez ítems entre los que destacaban los caramelos, pastel de chocolate, fresas y miel y también se les preguntó por los cinco tipos de sabores (dulce, ácido, salado, amargo y picante) y cuánto puntaje les ponían del 1 (me desagrada mucho) al 6 (me gusta mucho). Así determinaron que la simpatía estaba correlacionada de forma significativa y positiva con las dos medidas diferentes de preferencias por el sabor dulce en las cuatro muestras. Es decir, quienes preferían alimentos dulces resultaron ser más propensos a, por ejemplo, empatizar con los sentimientos de los demás.
Según el estudio, las personas de todas las culturas utilizan las experiencias de sabor dulce para entender o conceptualizar la amabilidad de acuerdo con el marco teórico, lo que se refleja en el lenguaje cuando nos referimos a una persona amable o simpática con palabras como ‘dulce’.
“La asociación entre la amabilidad y la preferencia por un sabor dulce coincide con términos que a veces se usan para describir a personas amables y agradables, así como a personas que amamos en algunas culturas (por ejemplo, ‘dulce’, ‘cariño’ o ‘terroncito’) (…) Aunque los estudios han encontrado una asociación entre las preferencias por los sabores dulces y la amabilidad, el trabajo anterior se ha centrado en muestras de los EE. UU. Esta asociación puede o no ocurrir en múltiples culturas”, explicaron los investigadores.
En conclusión, la amabilidad estaba correlacionada “significativa y positivamente” con la preferencia por lo dulce en los participantes de todos los países, independientemente del idioma, costumbres, valores sociales, entre otros.
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