Donald Trump ha sido electo nuevamente como presidente de los Estados Unidos en una contienda marcada por discursos firmes en temas migratorios. Su retórica ha sido conocida por ser crítica hacia la inmigración, especialmente en relación con los inmigrantes no documentados. Sin embargo, en un giro inesperado, Trump ha prometido ofrecer residencia permanente a aquellos extranjeros no ciudadanos que completen estudios universitarios en el país. Esta propuesta ha generado un debate entre sus seguidores y detractores, ya que se trata de un cambio significativo respecto a su postura migratoria en mandatos ante.
Cabe recordar que, en su mandato anterior, Trump respaldó la Ley RAISE, un proyecto de ley que buscaba reducir excesivamente la inmigración legal. Esta medida tenía como objetivo disminuir las tarjetas verdes de más de un millón a alrededor de 500,000 al año, limitando las oportunidades de residencia permanente para millones de inmigrantes. La nueva promesa de residencia para estudiantes internacionales en EE.UU. representa una aparente contradicción, generando expectativas y preguntas sobre cómo se implementarán estas políticas en su administración actual. A continuación, los detalles:
LA PROMESA DE DONALD TRUMP A LOS ESTUDIANTES EXTRANJEROS EN USA
En junio de 2024, Donald Trump presentó una propuesta migratoria centrada en retener a estudiantes extranjeros que se gradúan en universidades estadounidenses, incluyendo aquellas de nivel medio. La idea es otorgar tarjetas verdes, o llamadas Green Card, automáticamente a estos graduados, permitiéndoles quedarse y trabajar en Estados Unidos. En una entrevista en el podcast “All In”, Trump afirmó que este plan facilitaría el acceso al talento calificado que, de otro modo, podría regresar a sus países de origen.
“Lo que quiero hacer, y lo que haré, es que cuando te gradúes de una universidad, creo que deberías obtener, automáticamente, como parte de tu diploma, una tarjeta verde para poder quedarte en este país. Eso incluye también a los colegios universitarios”, dijo Trump del podcast “All In”.
“Cualquiera que se gradúa de una universidad, si estudia allí durante dos o cuatro años, si se gradúa o si obtiene un doctorado de una universidad, debería poder quedarse en este país”, continuó.
Según el republicano, esto permitirá que este talento permanezca en EE.UU. beneficiaría al país al conservar una fuerza laboral altamente calificada que contribuiría a la economía. El objetivo principal, indicó, es que el estatus legal sea parte del beneficio de obtener un título universitario en Estados Unidos.
El líder republicano subrayó la importancia de darles a los graduados extranjeros la oportunidad de quedarse tras completar sus estudios, incluyendo aquellos con títulos de licenciatura o doctorado.
Polémica dentro el partido
Sin embargo, la propuesta ha generado preguntas sobre su implementación y control. La campaña de Trump explicó que, aunque el plan otorgaría tarjetas verdes a los estudiantes extranjeros graduados, solo se aplicaría a aquellos que pasaran por un exhaustivo proceso de investigación. Este proceso garantizaría que, únicamente, los graduados con capacidades destacadas y sin antecedentes preocupantes puedan beneficiarse de la medida.
Karoline Leavitt, portavoz de la campaña de Trump, comentó que los beneficiarios de esta propuesta serían “los graduados universitarios más minuciosamente evaluados” para evitar que se reduzcan los salarios de los trabajadores estadounidenses. La intención es retener a los profesionales más capacitados, aquellos que puedan aportar al crecimiento económico sin afectar la competencia laboral dentro del país.
Excluidos
Además, Leavitt especificó que ciertas personas quedarían excluidas de la propuesta, como aquellos con posturas extremistas o que representan riesgos para la seguridad. Enfatizó que el plan está diseñado para atraer talento extranjero sin poner en peligro los intereses y valores de Estados Unidos, en línea con la visión migratoria de la campaña de Trump.
ESTUDIANTES EXTRANJEROS EN ESTADOS UNIDOS
Los estudiantes inmigrantes en Estados Unidos representan una comunidad diversa y en crecimiento. En 2022, los estudiantes de origen inmigrante representaron el 32% de todos los estudiantes de educación superior, es decir, 5,8 millones de estudiantes. Más del 80% de los estudiantes de origen inmigrante en la educación superior son personas de color.
Por otro lado, hay aproximadamente 408,000 estudiantes indocumentados matriculados en instituciones de educación superior de Estados Unidos.
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