En octubre de 2017, un incendio arrasó el condado de Sonoma, California (Estados Unidos), por lo que Patricia Duane tuvo que evacuar el lugar en tres ocasiones junto a su esposo Michael, además de sus perros y gatos, pero en medio de todo el ajetreo, Oz, uno de los mininos, se separó de ellos y no lo volvieron a ver hasta después de 6 años cuando se reencontraron.
A Good Morning America, Patricia recordó: “fue puro caos. No teníamos nada en orden, protocolo, en cuanto a qué hacer en un incendio de vida silvestre. Fuimos a la casa de una amiga y en 20 minutos, su casa y su vecindario recibieron órdenes de evacuación. Entonces, regresamos para cargar a los gatos, perros, pero Oz, que era tímido, se escondió, supuse debajo de la cama o en el armario, y pensé: ‘regresaré mañana y lo buscaré’, no pudimos encontrarlo”.
El incendio se prolongó durante semanas y cuando volvieron a su hogar lo que vieron les pareció una completa “zona de guerra”: “no estaba por ningún lado. Se había escapado, yo seguía buscándolo. Con el paso de los meses dejaba comida, hablaba con los vecinos, tenía mis dudas de si sobrevivió, pues no tenía la capacidad de matar. Solo tenía cuatro dientes, no contaba con capacidades para estar al aire libre”, comentó.
La llamada que le cambió la vida
Conforme pasaron las semanas, meses y años, Patricia y su familia se convencieron de que Oz, simplemente, había muerto, esperando que su partida fuera sin dolor, pero el lunes 12 de junio todo cambió cuando recibieron una llamada de Forgotten Felines of Sonoma City.
“Hubo algunas personas que estaban alimentando al gato. Uno de ellos llamó a nuestro director ejecutivo original aquí y a nuestro fundador, ella nos trajo al gato para que pudiéramos escanearlo (buscar un microchip) y ver si necesitaba algo como vacunas... el gato vino a nosotros porque era callejero”, recordó Pip Márquez de la Plata, directora ejecutiva de la organización dedicada a castrar y esterilizar gatos sin dueño.
Al escuchar las buenas nuevas, Patricia salió a darle el encuentro a Oz: “abrieron la jaula y él se arrastró a mis brazos, comenzó a ronronear, yo estaba en shock en ese momento. Estoy muy agradecida”.
Adaptándose a su nueva vida
De vuelta a su antiguo hogar, el gato se ha aclimatado a la perfección: “me pellizco para pensar: ‘¿esto realmente sucedió?’ nunca pensé que podría recuperar a este gato. Creía que estaba muerto y eso fue todo... es como si volviera a la vida. Resucitado de entre los muertos”, dijo aún asombrada.
Tras su experiencia, aconseja a las personas adoptar animales callejeros: “si encuentras un gato que crees que, posiblemente, sea propiedad de otras personas, por todos los medios llévelo a su veterinario o a un cirujano cercano y hágalo escanear, porque es así como recuperamos a Oz”, sentenció.
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