En el mundo existen millones de personas que usan sus artimañas para conseguir lo que desean ¿Hasta dónde llegaría usted por un plato caliente? Kristina Withers, bar tender en un restaurante de Estados Unidos (EE. UU.), relata cómo un anciano conmovió a meseros y comensales con historias tristes para obtener comida gratis, hasta que descubrieron la verdad. La protagonista del siguiente storytime cuenta el ‘modus operandi’ que usaba el hombre de edad al contar que “su esposa acababa de fallecer de cáncer y no tenía dinero para alimentarse”.
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En su canal de TikTok (@krisswith), sentada en el asiento de conductor de su auto nos cuenta: “había un señor mayor que entró al bar en el que trabajo. Ya no se le permite entrar por esto... al parecer viene con frecuencia. Se sienta en lo alto de la barra... entablaba conversación con las personas que lo rodeaban, para luego lanzar la bomba de que su esposa acababa de fallecer”.
Pero, eso no era todo lo que tenía que decir el abuelito: “no tiene dinero para comer por los gastos para el funeral tras morir de cáncer la mujer... la gente dice: ‘pida algo de desayuno, yo lo pago’. ‘Pon su café en mi cuenta, lo que quiera. Almuerzo y cena’. Y era muy frecuente que viniera e hiciera esto”.
Mira aquí el video viral
@krisswith When everyone found out they got bamboozled into buying his food they were like 😧😧 #fyp #servers #servers #serverlife #serversoftiktok #serverstories #serverstorytime #serverstory #serverproblems #bartender #bartenders #bartenderstories #bartenderstorytime #bartendersoftiktok #bartenderstory #bartenderprobs #bartenderproblems #bartenderlife ♬ original sound - Kristina Withers
El llanto, su mejor arma de convencimiento
Pero, su capacidad de convencimiento consistía en su talento como facilidad para soltar lágrimas: “lloraba cuando contaba su historia. Todos creímos que era legítimo y pensamos, ‘Dios mío, este pobre hombre’”.
Sin embargo: “pensamos que se estaba aprovechando un poco al venir todos los días durante un par de semanas y no tener dinero para comer. Quizás no debería salir y esperar que otros paguen su comida”.
Dinero para la lotería, no para comida
Recuerda que pensó que podría ir todos los días para socializar y conocer gente nueva, pero luego trajo a la mente que compraba tickets para raspar habitualmente en la tienda del costado: “se hacía con boletos para raspar de 2 dólares, los traía y los rascaba en la barra”.
Entonces, la empatía comenzó a acabarse: “la gente empezó a cuestionar que tuviera dinero para comprar billetes raspa y gana, pero no para comer... sentí que las prioridades no están en su lugar correcto”.
Las mentiras del anciano al descubierto
Al día siguiente todo cambió para el anciano: “está sentado hablando con la gente en el bar, entra un (cliente) habitual que también frecuenta otros bares de la zona. Le susurra al camarero: ‘ese tipo, no dejen que los engañe. Su esposa murió hace 10 años, tiene 86 y le prohibieron entrar a todos los bares de la zona por mendigar para conseguir comida gratis’”.
Kristina reflexiona con indignación: “¿Cómo vas a utilizar la muerte de alguien de esa manera? Eso no está bien... el camarero lo confrontó”, entonces el abuelo no supo qué decir, lo intentó negar: “no dijo nada, simplemente, se levantó y se fue. Intentó volver otra vez y le dijimos que no”.
En la caja de comentarios, miles quedaron igual de indignados que los camareros: “tiene 86 años, déjenlo en paz. A menos que esté afectando la satisfacción del cliente”, “se aprovechó de los bares y de las personas que también puede tener sus propios problemas para pagar”, “probablemente lo ha hecho toda su vida”, “una vez fue un estafador”.
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