El Mason Jar Cafe de Benton Harbor vivió un día inolvidable cuando un cliente generoso dejó una propina extraordinaria de $10,000 en honor a un amigo fallecido. Este gesto altruista no solo sorprendió al personal del establecimiento, sino que también dejó una marca imborrable en la comunidad local. La historia es viral en las redes sociales.
El lunes pasado, que había sido uno de los días más lentos para el Mason Jar Cafe, tomó un giro inesperado durante el ajetreo del almuerzo. Linsey Boyd, una camarera del café, se encontró sirviendo a una mesa que cambiaría el día para ella y sus colegas.
El cliente, que prefirió mantenerse en el anonimato, tenía una cuenta de $32 y decidió dejar una propina asombrosa de $10,000. Jayme Cousins, el dueño del café, compartió que este gesto generoso llegó en un momento crucial para el personal.
Compartiendo la bendición
La camarera Ava White, una de las beneficiarias de la generosa propina, expresó su asombro ante el acto. “Sé que solo tomaba café, su cuenta era de solo $30, así que la propina fue realmente grande”, comentó White.
El cliente, en la ciudad para el servicio conmemorativo de un amigo, deseaba honrar la memoria de su ser querido a través de este gesto extraordinario. La propina no solo fue un acto de generosidad, sino también una manera única de compartir la alegría y la abundancia con quienes trabajan arduamente.
Para los empleados del Mason Jar Cafe, este regalo inesperado llegó en un momento propicio. Cousins mencionó que el lunes había sido uno de los días más lentos en mucho tiempo, y la propina extraordinaria fue un rayo de luz en medio de la calma.
“Tenemos momentos en los que no estamos ganando tanto dinero como en verano, pero todos pasamos por cosas difíciles, y sé que a veces es difícil, pero nunca sabes quién o qué te va a bendecir”, compartió White.
Planes para el futuro
Ava White tiene planes concretos para utilizar esta bendición financiera: pagar sus impuestos. Este acto de generosidad no solo alivió las preocupaciones económicas del personal del café, sino que también dejó una huella duradera en sus vidas.
Según Cousins, la propina de $10,000 superó con creces la segunda propina más grande que habían recibido anteriormente, que fue de $1,200. Este evento extraordinario no solo resalta la generosidad de un individuo, sino también la capacidad de un pequeño acto para marcar una gran diferencia en la vida de quienes lo reciben.
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