En Alaska, donde la naturaleza puede ser hermosa pero también implacable, una historia de esperanza y amor por las mascotas ha conmovido a la comunidad local y a personas de todo el mundo. La pareja, Tom y Elizabeth, vivieron una experiencia que los cambió para siempre cuando su casa se derrumbó sobre un río durante una crecida. A pesar de la devastación y la pérdida de su hogar, había un miembro de la familia que no podían dar por perdido: su querido gato, Leo.
Elizabeth Wilkins tenía la esperanza de que si algún animal sobreviviría a la caída de la casa al río Mendenhall el 5 de agosto, sería Leo, el resistente gato blanco y negro de ojos grandes de la pareja que no muestra miedo a los osos. “Sabía que es bastante inteligente y por eso me sentí bastante segura de que escaparía y estaría bien en alguna parte”, dijo Elizabeth a Click2Houston.
Esa fe dio sus frutos 26 días después de la inundación, cuando Tonya Mead publicó una foto de Leo en la página de Facebook del Juneau Community Collective. Elizabeth supo de inmediato que era Leo, el “gatito COVID” que rescataron en 2020. Se apresuró a encontrarse con Tonya. “Empecé a caminar por la calle llamándolo, y él salió corriendo y me dijo: ‘Oh, oye, aquí estoy, ya sabes, ¿dónde has estado?’”, dijo.
La inundación del río fue causada por una importante liberación de agua de Suicide Basin, un lago represado por el glaciar Mendenhall en Juneau, que erosionó la orilla del río. Elizabeth y su pareja, Tom Schwartz, se mudaron a la casa poco antes de que llegara la inundación, pero estaban de viaje en Bend, Oregón. Amigos llamaron y enviaron videos, advirtiendo que su casa estaba en peligro de ser arrasada.
Al final, varias casas quedaron destruidas o parcialmente destruidas , y otras fueron arrasadas o inundadas. Ninguna destrucción fue tan famosa como la casa alquilada por Wilkins y Schwartz, y el video de su colapso en el río se volvió viral.
La pareja regresó a Juneau tres días después para organizar nuevos arreglos de vivienda y buscar a Leo. Regresaron al sitio de la casa, gritando el nombre de Leo y dejándole comida para ubicarlo.
Para entonces, parecía que todos en Juneau lo estaban buscando. Hubo muchos avistamientos de Leo, pero Wilkins dijo que parece que hay muchos gatos blancos y negros sin hogar en Juneau.
Cuando apareció, parecía gozar de buena salud. “Leo estaba un poco más delgado, pero por lo demás estaba totalmente bien”, dijo Wilkins. “Se comió cuatro latas de atún y salió a matar un ratón. Me imagino que así es como sobrevivió”.
Ella dijo que es increíble tener a Leo de regreso, aunque actualmente se queda con un amigo mientras buscan otro lugar para vivir. “Es una gran alegría porque todos en su comunidad lo estaban buscando y es bueno tener buenas noticias”, dijo.
Y al igual que Leo, algunas de sus otras posesiones están regresando a ellos, pero no en tan buenas condiciones como el gato.
“La gente ha estado encontrando algunas cosas, como que algunas de nuestras ropas y fotografías estaban en 4 pies (1,22 metros) de sedimento en el jardín de alguien, río Mendenhall”, dijo Wilkins.
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