Pocas historias como ésta acaban con final feliz. Hace diez años una mujer denunció en Tampa la desaparición de Cleo, una cockapoo de 14 años. El animal contaba con el chip identificador, pero en aquel entonces de nada sirvió para dar con su paradero. El teléfono que figuraba en la ficha del animal nunca sonó y sus vidas tomaron caminos separados. Ahora, ella y su legítima dueña se han vuelto a encontrar. La historia viral de esta perrita, que llegó como vagabunda a un refugio de animales en Florida, Estados Unidos, ha conmovido corazones y dejado una huella indeleble en la comunidad.
La Humane Society of Tampa Bay fue el escenario donde se llevó a cabo esta esperada reunión. Cleo, una encantadora mezcla de cocker spaniel y poodle, llegó al refugio como una perrita perdida. Sin embargo, gracias a la determinación de sus dueños, esta historia tomó un giro inesperado y conmovedor.
El refugio, al realizar una revisión de rutina, descubrió que Cleo tenía un microchip, un pequeño dispositivo que almacena la información de contacto de los dueños. Fue este pequeño detalle el que hizo posible la reunión después de una década de separación. La Humane Society of Tampa Bay compartió la historia el 5 de marzo a través de su página de Facebook, expresando su asombro y alegría por el desenlace positivo.
La inquebrantable fe de una familia
La familia de Cleo, a pesar de haberse mudado de la zona de Tampa a Miami, nunca perdió la esperanza de volver a ver a su querida mascota. La noticia de que un buen samaritano encontró a Cleo dejó a la familia en un estado de incredulidad y al refugio boquiabierto.
Regan Blessinger, gerente de marketing y contenido, compartió su sorpresa: “Nos sorprendió mucho porque es un periodo de tiempo tan largo. Hemos tenido casos de algunos años, pero 10 años es magnífico”, dijo en una entrevista telefónica con McClatchy News.
Aunque el refugio no puede confirmar con certeza cómo pasó Cleo todos esos años, aseguran que la perrita no fue encontrada en mal estado. Existe la posibilidad de que haya pasado tiempo con otra familia, aunque nadie más la reclamó en el refugio. El misterio que rodea esos 10 años agrega un toque de intriga a esta historia de reencuentro.
El factor clave en esta emocionante reunión fue el microchip. La Humane Society of Tampa Bay enfatizó la importancia de este dispositivo y la constante actualización de la información. La familia original nunca perdió la esperanza, manteniendo actualizado el microchip y demostrando así la relevancia de no perder la fe.
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