La sangrienta muerte de Barbara Grams en el estado de Florida (Estados Unidos) tuvo, en 1983, un único culpable: Robert DuBoise. El joven de 19 años en aquel entonces fue juzgado bajo los cargos de violación y asesinato y sentenciado a pena de muerte; sin embargo, su caso se volvió viral a raíz del hallazgo de una evidencia ADN que se creía perdida y le permitió recuperar su libertad tras pasar la mayor parte de su vida tras las rejas. Esta es su historia.
Niña quedó enganchada a una cometa y voló varios metros sobre el cieloUna supuesta mordida en el rostro de la víctima y el testimonio de un informante de la prisión, sirvieron como únicas pruebas para sentenciar DuBoise de un crimen que él no cometió. La joven había sido violada y golpeada cuando volvía a casa desde su trabajo en un centro comercial de Tampa.
Durante años DuBoise y sus abogados apelaron la sentencia y aunque logró cambiar la condena inicial -de pena de muerta- a cadena perpetua, él no descanso hasta demostrar su inocencia. Por casi cuatro décadas esperó pacientemente que los hechos se esclarezcan. Y así ocurrió.
Las pruebas de ADN halladas en la víctima no estaban lo suficientemente avanzadas en 1983, por lo que permanecieron almacenadas. Pero este mes Susan Friedman, abogada de Robert DuBoise, halló aquellas muestras y sometieron al hombre a una muestra.
Los resultados arrojaron que el ADN de DuBoise no estaba presente en la víctima, por lo que Robert recuperó su libertad inmediatamente. “Es una abrumadora sensación de alivio. Todos los días le pedí esto a Dios. No tengo espacio en mi vida para la amargura. Solo estoy muy agradecido”, manifestó DuBoise a toda la prensa reunida fuera del Instituto Correcional Harde.