Las cosas no acabaron de la forma esperada. Un terraplanista, (en otras palabras: persona que cree que la Tierra no es redonda, sino plata), gastó 20 mil dólares en un experimento que, accidentalmente, demostró que el planeta en el que vivimos es redondo.
Bob Knodel estaba en medio de la filmación de un documental de Netflix llamado “Behind the Curve” cuando se dio cuenta de lo sucedido.
Intentando refutar las investigaciones dirigidas por la NASA, explicó los detalles del experimento de bricolaje utilizando un giroscopio láser.
El medio Daily Mail explica que la prueba consistía en el uso de una cámara para filmar a través de dos agujeros, con una persona de pie en el otro lado y apuntando con una linterna hacia la cámara.
Knodel afirmó que, si la luz se podía ver con una cámara, los agujeros en la valla y la antorcha a la misma distancia sobre el suelo, se podría llegar a la conclusión de que la Tierra es plana.
Sin embargo, no se pudo ver ninguna luz y, al darse cuenta del error, el sujeto murmuró un incómodo “interesante”.
“Lo que descubrimos es que, cuando encendimos ese giroscopio, hallamos que estábamos captando una deriva. Una deriva de 15 grados por hora”, comentó.
“Ahora, obviamente nos sorprendió”, agregó. Tras ello, admitió que las pruebas fueron “una especie de problema”.
¿Dónde nació el terraplanismo?
La International Flat Earth Society fue fundada por Samuel Shenton en 19561 a partir de las ideas de las sociedades zetéticas, que también promovían esa idea, pero con un énfasis mayor en argumentos relacionados con la Biblia.
Desde 1971 estuvo dirigida por Charles K. Johnson, quien dio sede a la organización en su casa en Lancaster (California). La asociación estuvo inactiva tras la muerte de Johnson en 2001, pero fue restaurada en 2004 por su nuevo presidente Daniel Shenton.
Destacados científicos han rechazado las ideas de la organización y las consideran pseudocientíficas.