Una gran tormenta de polvo enterró por completo la ciudad de Boulia, un ciudad lejana en el estado de Queensland, en Australia. El hecho, de proporciones apocalípticas, fue difundido en Facebook y dejó sin palabras a millones de usuarios.
El video viral fue captado por el usuario Leaim Shaw y muestra las enormes dimensiones del fenómeno meteorológico que alcanzó ráfagas de viento de hasta 109 kilómetros por hora. Según el autor del clip, es la mayor tormenta de polvo que presenció en los últimos 8 años que llegó a la ciudad.
“Son comunes, pero normalmente pequeñas. La de ayer por la tarde es la más grande que he visto desde que vivo aquí. Me dio un poco de frío”, contó Shaw a 9News y agregó que los lugareños se habían preparado para las peores consecuencias, incluyendo techos y árboles destrozados, pero por fortuna el vendaval no dejó estragos.
Expertos en meteorología explicaron que el fenómeno fue provocado por una serie de tormentas eléctricas que ocurrieron en el norte del estado de Queensland. LA tormenta de polvo pasó también por las ciudades de Mount Isa, Dajarra y Urandangi.
¿Qué es una tormenta de polvo?
Una tormenta de polvo, tormenta de arena o polvareda es un fenómeno meteorológico común en el desierto del Sahara de África septentrional, en las Grandes Llanuras de Norteamérica, en Arabia, en el desierto de Gobi de Mongolia, en el desierto Taklamakán del noroeste de China, en Argentina, en la zona de la Pampa seca y en otras regiones áridas y semiáridas. Este fenómeno se produce cuando una gran cantidad de arena seca es levantada y sostenida en suspensión por acción del viento. Para ello, este viento debe ser especialmente fuerte y de ascensión, tras varios días de calor intenso. La arena es levantada hasta capas altas de la atmósfera, y cae cuando se enfría lo suficiente. Su duración puede extenderse desde unas horas a varios días.
Las tormentas de polvo severas pueden reducir la visibilidad a cero, imposibilitando la realización de viajes, y llevarse volando la capa superior del suelo, depositándola en otros lugares. La sequía y, por supuesto, el viento contribuyen a la aparición de tormentas de polvo, que empobrecen la agricultura y la ganadería. El polvo recogido en las tormentas puede trasladarse miles de kilómetros: las tormentas de arena del Sahara influyen en el crecimiento del plancton en el oeste del océano Atlántico y, según algunos científicos, son una fuente importante de minerales escasos para las plantas de la pluvisilva amazónica. Las tormentas de polvo pueden observarse a menudo en fotografías tomadas desde satélites. Cuando el polvo en suspensión es arrastrado por fuertes corrientes de aire hacia otros lugares y llueve, se dice que llueve barro, porque todo se llena de gotitas de barro que se secan, y acaban ensuciándolo todo.