En no pocos países, las cifras del crimen de menores vienen en alza, tal y como sucedió en los Estados Unidos, cuando se confirmara el arresto de un niño de 8 años, pero, tan solo días después de este hecho, las autoridades acusan al mismo menor de cometer otro crimen, el cual se hizo tendencia en redes sociales como TikTok, generando gran controversia entre los usuarios.
Arresto infantil
Todo sucedió en Siracusa, Nueva York, cuando se hizo público el video del muchacho siendo arrestado por las autoridades policiales por, presuntamente, robar una bolsa de papas fritas en una tienda.
Este hecho fue grabado por Kenneth Jackson, un transeúnte quien fue testigo de todo lo ocurrido en dicho momento, donde escuchamos al niño gritar, a la vez de llorar, en tanto que los agentes del orden lo introducen dentro de la patrulla.
De hecho, Jackson tuvo un intercambio de palaras mientras se realizan los acontecimientos: “¿Qué hacen?”, pregunta el hombre, los policías le informan que el chico acaba de robar. “Me parece un bebé. Si robó algunas fichas, las pagaré”,
¿Reincidencia?
Sin embargo, un par de días después que se hiciera viral este metraje, hoy las autoridades lo señalan como el responsable de amenazar a un niño a quien, además, le robó la bicicleta, por lo que ahora tendrá que comparecer ante un tribunal de familia en la mencionada ciudad estadounidense.
Falta de tino policial
Una vez que la cinta llegará a los medios de comunicación de los Estados Unidos, Jackson dio declaraciones a “Good Morning America”, donde comentó: “Tuve que hacerlo, porque en ese momento estaba mirando a mi alrededor y noté que no había nadie más allá de mí en ese momento. Más personas empezaron a reunirse, pero nadie estaba realmente interviniendo”.
Para este hombre, el accionar de los efectivos del orden no está exento de fallos: “Tenemos un problema policial cuando se trata de vigilar a la comunidad. Y, claramente, como el mundo puede ver, hay una gran desconexión”.
Versiones divididas
Al respecto, el alcalde de Siracusa, Ben Walsh, expresó: “El oficial conocía al niño por interacciones previas y les explicó que lo llevaban a casa. Los oficiales devolvieron al niño a su familia y discutieron el incidente con su padre antes de irse sin presentar ningún cargo (…) esto demuestra la necesidad continua de que la ciudad brinde apoyo a nuestros niños y familias e invierta en opciones de respuestas alternativas para ayudar a nuestros oficiales”.
Por su parte, el padre del menor, Anthony Weah, reconoció que su hijo cometió una falta grave, pero presentará una queja al departamento de policía por cómo trataron al pequeño de acuerdo a lo visto en las imágenes.