Cuando el oficial Kyle Skipper del Departamento de Policía de Pensacola, en Florida, Estados Unidos (EE.UU.), escuchó por radio que una niña de 3 años había sido encontrada flotando inconsciente en la piscina del patio trasero de su casa, inmediatamente dirigió su patrulla hacia la dirección de la emergencia. Gracias a su oportuna y heroica acción, junto a la de su colega Robert Lindblom, ambos pudieron “devolver a la vida” a la pequeña en apuros. Skipper fue el primero en arribar a la escena de la emergencia ocurrida el pasado 13 de junio, donde encontró a la abuela de la menor intentando aplicarle reanimación cardiopulmonar (RCP) que no respiraba y yacía sin pulso. El oficial la relevó y comenzó a golpear la espalda del infante, tratando de despejar sus vías respiratorias. Cuando Lindblom llegó para dar apoyo, los dos trabajaron para salvarle la vida aplicándole los primeros auxilios.
Mike Wood, vocero del Departamento de Policía de Pensacola, describió en un comunicado de prensa los hechos grabados por la cámara corporal de los oficiales, donde se ve cómo las extremidades de la niña comenzaban a ponerse color morado en varias tonalidades oscuras. Lindblom comenzó a aplicarle compresiones en el pecho en la menor hasta que volvió a respirar y recobró el pulso. Fue llevada a un hospital donde se recuperó satisfactoriamente.
“Para ser honesto, lo primero que pensé fue que no íbamos a poder traerla de vuelta debido a lo morada y azul que se había puesto. Pensé que la habíamos perdido”, dijo Lindblom a la televisora WEARTV. “Pero cuando vi que recuperó el aliento, pensé que era un milagro. Cuando llegamos a la escena no esperaba verla recuperada”, agregó, al tiempo que dijo que tanto él como Skipper son padres de pequeños de la misma edad y no pudieron evitar imaginarse a sus hijos en esa situación.