Di María, el ángel que bendice a la selección Argentina con goles en las finales

El hombre que dibuja un corazón cada vez que anota un gol, nos ha vuelto a estremecer. Aquel zurdo flacuchento que, como Messi, lleva la pelota atada y que durante Qatar 2022 una lesión no le había permitido brillar. Un gol, la jugada que provocó un penal, una huacha y peligro constante para empequeñecer a Francia y bajarlo de su pedestal.

Ángel Di María se merecía este momento. Junto a Messi es uno de los pocos sobrevivientes de la generación anterior que había sido vapuleada por los mismos que hoy los ensalzan. Cuando Scaloni asumió la dirección de la selección fue criticado por mantener a Di María. Había una moción para borrarlo a como dé lugar. Era otro Higuaín.

Pero entonces llegó su gol en la final de la Copa América ante Brasil el Maracaná. Un globito soberbio y, con ello, la reconciliación. Una tregua que a la gente le permitió quitarse la venda y admitir que Di María no solo es el zurdo con el que mejor se comprende Lionel Messi, sino también una estrella en sí misma, un jugador de alto kilate. Vaya que lo ha demostrado en el Madrid, en el United, en el PSG y ahora en la Juventus. Y por si alguno le quedaba alguna duda, también se hizo presente con un golazo en la Finalissima ante Italia.

Es Di María el mejor jugador de la final hasta ahora. Nadie ha sido tan gravitante como él. Primero para con un enganche desestabilizar a los franceses y provocar un penal que convirtió Leo y luego para coronar con un pase a la red un contragolpe mortal de la Albiceleste. Gana Argentina 2-0. Es el campeón del mundo. Messi levantará su primera Copa. Di María, el ángel de los goles importantes, no podía faltar. Hoy se llora de emoción.