Julian Assange dice que pronto saldrá de la embajada de Ecuador en Londres.
Se ha especulado que sufre de alguna enfermedad, lo que nos lleva a preguntarnos cuál es el impacto potencial para la salud de permanecer dos años encerrado en un edificio.
El fundador de WikiLeaks se refugió en la sede diplomática ecuatoriana en junio del 2012 para evitar su extradición a Suecia, donde se le requería para ser interrogado por presuntos delitos de índole sexual.
Si sale del edificio, se enfrenta al arresto.
Assange comentó en una conferencia de prensa que no tenía acceso a áreas exteriores. Incluso para las personas saludables sería difícil vivir dentro de cuatro paredes por tanto tiempo, dijo.
Aunque al sostener que saldría pronto, no fue específico sobre cuándo ni por qué.
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AFECCIONES TÍPICAS
Informes de los medios sugieren que necesita tratamiento para toda una gama de problemas de salud: arritmia cardíaca, alta presión sanguínea y tos crónica.
La implicación más grande para la salud física de estar encerrado tanto tiempo es la deficiencia de vitamina D, indicó a la BBC la doctora Sarah Jarvis. Entre 85% y 90% de la gente obtiene la vitamina D de la luz del sol. Hay decenas de condiciones asociadas con bajos niveles de vitamina D, desde la depresión, dolores y molestias hasta la osteoporosis y enfermedades cardiovasculares.
Las tabletas de vitamina D no parecen tener mucho efecto, afirma Simon Griffin, profesor of medicina primaria en la Universidad de Cambridge. Una cama de bronceado o una lámpara de radiación ultravioleta podría funcionar, pero no es recomendable a lo largo de dos años, pues podrían producir melanoma, una variedad de cáncer de piel. Y Assange ya habló de un momento de “langosta hervida” de una lámpara.
EL ESTADO DE ÁNIMO
Es improbable que dos años dentro dañen enormemente al cuerpo si alguien actuara para asegurarse de obtener algo de luz solar, hacer ejercicios y comer una dieta saludable, señala Griffin.
Tampoco es probable que el aire acondicionado perjudique a Assange. El daño más probable sería un bajón del estado de ánimo, agrega.
La luz de sol hace que la gente se sienta más feliz. Hay un balcón en la embajada, desde donde Assange se ha dirigido ocasionalmente a sus simpatizantes. Incluso si sOlo expone su rostro y sus brazos al sol regularmente, eso lo ayudaría a no decaerse, según Griffin.
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Algo que es imposible de calibrar es el estado mental de Assange. Para mantenerlo se trata de cómo uno percibe su situación, indica la psicóloga clínica Linda Blair. Cuando Assange llegó, había evadido su captura. Puede que se haya sentido eufórico. Pero dos años más tarde, sigue allí. “Realmente es un asunto de actitud. Nos volvemos muy agresivos cuando se nos niega nuestra libertad”.
Algunos prisioneros de guerra han logrado entretenerse con juegos y celebrar el hecho de que continúan vivos en condiciones terribles, dice Blair. “No tienes que sentirte atrapado. Sentir que tienes el control es crítico”.