El presidente Donald Trump fustigó el martes la autoridad multinacional, en un discurso jactancioso sobre el poderío económico y militar de Estados Unidos que provocó gestos de incredulidad y risas de las decenas de jefes de Estado presentes en la Asamblea General de Naciones Unidas.
Donald Trump llegó con retraso, lo que obligó a un cambio de programa de último momento. Fue recibido con un aplauso amable y miradas incómodas al promover su borrascosa versión de “Estados Unidos primero” en la Asamblea General.
Al hablar con tono triunfalista, Donald Trump enfocó el discurso como un informe anual al mundo acerca de los avances del país desde su juramentación. Proclamó que en “menos de dos años, mi gobierno ha realizado más que casi cualquier otro gobierno en la historia de nuestro país”.
En lugar de aplausos o señales de aprobación, sus audiencias reaccionaron con risillas e incluso algunas carcajadas. Donald Trump se mostró azorado momentáneamente, para agregar que esa no era la reacción que esperaba, pero dijo: “no hay problema”.
El pasaje pareció reflejar un aislamiento de Donald Trump, tanto de aliados como de enemigos, en la medida en que sus políticas nacionalistas han provocado desavenencias con los que otrora eran socios y han puesto en duda en algunos círculos la fiabilidad de Estados Unidos en el cumplimiento de sus compromisos internacionales.
Donald Trump aprovechó la oportunidad para afirmar la independencia de Estados Unidos con respecto al organismo internacional. Destacó sus decisiones de negociar con el paria Corea del Norte, retirarse del tratado nuclear iraní y objetar los programas de la ONU que considera contrarios a los intereses estadounidenses.
“Rechazamos la ideología del globalismo y abrazamos la doctrina del patriotismo”, afirmó.
Hizo una larga lista de iniciativas de la ONU, desde la Corte Penal Internacional hasta el Consejo de Derechos Humanos, que su gobierno busca socavar.
“Desde el punto de vista de Estados Unidos, la CPI no tiene jurisdicción ni legitimidad ni autoridad”, dijo. Estados Unidos boicotea el Consejo de Derechos Humanos por considerar que pasa por alto los abusos de algunos y sirve de foro para posiciones antiestadounidenses y antiisraelíes.
La denuncia del globalismo provocó murmullos en la sala que representa la encarnación misma del concepto.
En otros pasajes tensos, criticó que Alemania busque un oleoducto directo a Rusia. Su mención de los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí y Qatar en una sola frase fue recibida con gestos adustos por parte de los saudíes. Los Emiratos y Arabia Saudí boicotean a Qatar desde el año pasado como parte de una disputa que está desgarrando la relación habitualmente estrecha entre los países del Golfo.
Las risas en los pasajes iniciales del discurso trajeron a la memoria una frase de campaña que Donald Trump empleaba con frecuencia contra su predecesor Barack Obama _firme partidario de la participación internacional_ al señalar que debido a la debilidad del gobierno estadounidense, “el mundo se ríe de nosotros”.
Después de su discurso, Donald Trump debe presidir el miércoles una reunión del Consejo de Seguridad sobre la manera de contrarrestar la proliferación nuclear.Fuente: AP