Existe un “culto excesivo al Pontífice”, ha dicho en una entrevista a la agencia DPA el cardenal alemán Gerhard Ludwig Müller (69), desplazado recientemente de la conducción de la congregación para la Doctrina de la Fe, y quien se ha convertido en el líder de la oposición conservadora al papa Francisco.
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Müller también advirtió que “no todo lo que hace y dice el Papa es de por sí perfecto e insuperable”. Sugirió, además, que cada fiel debe evitar cualquier “adulación” y “afectada subordinación” a la figura del Pontífice.
“Todo católico, sobre todo cada obispo y cada cardenal, tiene una relación positiva y constructiva con el Papa. Pero eso dista mucho de ser una adulación cortesana y una afectada subordinación, algo a lo que el papa Francisco siempre se ha manifestado contrario”, siguió el ex obispo de Ratisbona.
Müller también señaló que algunos tienen una “devoción papal hipócrita”, como si la lógica fuera: “El Santo Padre tiene una idea y nosotros lo seguimos incondicionalmente y llenos de admiración. El Papa también es solo un ser humano. Eso quiere decir que no todo lo que hace y dice es de por sí perfecto e insuperable”.
El papa Francisco destituyó a Müller como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe a principios de julio. Había sido designado en ese puesto por Benedicto XVI en julio del 2012.
“A mi no se me acaba el mundo, pudo seguir haciendo muchas cosas por la Iglesia”, respondió Müller cuando se le preguntó por su relevo.
En cuanto a los fieles, el cardenal expresó el deseo de que haya un menor culto al Papa. “No debería surgir un culto a la personalidad ni un turismo papal por el hecho de que el Pontífice sea una persona muy cercana”, opinó.
“En los tiempos de los medios de comunicación masivos es peligroso que la gente solamente aclame al Papa o que viaje a Roma por sensacionalismo, para poder decir después 'he visto al Papa en primera fila y estaba muy cerca de él'”, enfatizó Müller.
Müller se opone a las iniciativas reformistas de Francisco, entre ellas el cambio en el tema de los católicos divorciados vueltos a casar, que estuvo en discusión en los Sínodos de la Familia del 2014 y 2015.
De acuerdo con el diario argentino “Clarín”, el cardenal Müller ha escrito un libro en el que afirmó que “ningún Papa puede disponer de los sacramentos” y que “el matrimonio es indisoluble por voluntad divina y ni la más alta autoridad eclesiástica puede intervenir en la sustancia de un sacramento”.
En una de las conferencias que dictó por varios países llegó a decir que él no era “una copia servil del Pontífice”, sino que estaba donde estaba “para servir con su cabeza”.
Desde el 2002 Müller fue obispo de Ratisbona, que hoy está en el ojo de la tormenta por acusaciones de abusos físicos y sexuales contra los niños del famoso coro de la catedral.Según la investigación que se publicó el martes, la tarea de Müller presenta varias debilidades, entre ellas que el religioso no hubiese buscado el diálogo con las víctimas. Según el documento, al menos 547 niños del coro católico fueron víctimas de abusos, 67 de ellos de carácter sexual, entre 1945 y principios de los años 90. VEA MÁS DE MUNDO EN:
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