El político británico insignia del Brexit, Nigel Farage, que este lunes anunció su dimisión como líder del UKIP, es la estampa del tradicional cliente de pub. Y eso gusta a muchos ingleses. Cigarrillo y pinta de cerveza en mano, mil veces prometió un terremoto político y finalmente lo consiguió.Seguir a @Mundo_ECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Los británicos votaron a favor del Brexit, el 23 de junio, tras una dura campaña liderada por Nigel Farage y el conservador Boris Johnson. Fue el primero, sin embargo, el que con su retórica incendiaria hizo el trabajo sucio, logrando centrar el debate en la inmigración. Donde lo quería su electorado.
“Ahora no se ríen”, lanzó el político en su última intervención en el Parlamento Europeo, recordando cómo se burlaban de su pretensión de sacar a Reino Unido de la Unión Europea (UE) y cargando contra los parlamentarios al decirles que nunca habían tenido un trabajo en su vida.
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“He alcanzado mi ambición política”, anunció Farage este lunes en una conferencia de prensa en Londres. No es la primera vez que abandona y luego vuelve. Lo hizo en 2009 y 2015.
El Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP) siempre ha defendido que es la única formación sincera sobre la inmigración y que su principal objetivo era el Brexit. Nigel Farage, eurodiputado desde 1999, se acoge a la idea de que la forma de “romper” la burocracia del bloque comunitario era desde dentro.
Con su sonrisa casi sarcástica y sin pelos en la lengua para criticar a los extranjeros o la burocracia europea, Farage lleva años pidiendo el Brexit desde las filas del UKIP, aunque nunca consiguió ganar un escaño en la Cámara de los Comunes (Parlamento británico).La polémica por su cartel con una hilera de refugiados amenazando hipotéticamente al Reino Unido no le hizo perder apoyos. (Foto: AFP)
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— El partido que nació para conseguir el Brexit —
Nigel Farage también ha afirmado que la pequeña empresa británica sufre por la carga legislativa y las regulaciones comunitarias.
Nacido el 3 de abril de 1964, Farage fue militante del Partido Conservador hasta que John Major, el primer ministro “tory” entre 1990-1997, decidió firmar el Tratado de la UE (o Tratado de Maastricht) en 1992, que establecía una mayor integración europea.
Esa firma provocó una fisura en la formación conservadora, entre los más pragmáticos y los que estaban a la derecha del partido, más bien “thatcherianos” y euroescépticos hasta la médula.
Este descontento llevó a Nigel Farage a formar en 1993 lo que es hoy el UKIP, un partido de ideología neoliberal y populista, que siempre presionó para convocar el referéndum que llevara al Brexit.
A medida que este político aumentaba sus ataques contra la UE y los inmigrantes, el UKIP sumaba seguidores, muchos de ellos descontentos con el Partido Conservador de Cameron.
Defensor de la libertad del individuo, Farage es partidario del Estado pequeño, los impuestos bajos y la libertad económica.
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— Las cuatro vidas de Farage —
A los 52 años, Farage, padre de cuatro hijos y ex trader de materias primas en la City de Londres, saborea su cuarta vida tras el Brexit. Sobrevivió milagrosamente a un accidente de tráfico, a un cáncer de testículos y a la caída de la avioneta que llevaba un anuncio electoral de su partido, en 2010.
“Siempre quise un terremoto político” subrayó en 2015.
Su buena estrella con los asuntos europeos no le hizo nunca mostrar la menor piedad con la UE.
“¿Antieuropeo yo? ¡Noooo! Es ridículo decir eso. Me gusta Europa, es un gran lugar. Estoy casado con una europea, trabajé para empresas europeas y me gusta la cultura europea”, dijo.
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“Pero odio la bandera. Odio el himno. Y odio las instituciones”, sentenció este amante del rugby, el críquet, la pesca y el buen vino.
Farage rechaza la etiqueta de radical y, como prueba, esgrime su rechazo a las propuestas de acercamiento del Frente Nacional francés. Su líder Marine Le Pen, explica, multiplica “las demandas de boda, como en las novelas clásicas”, pero “no somos de la misma familia”.
Al dimitir, Nigel Farage dijo que, en la campaña para el referéndum, “había dicho que quería recuperar” su país. “Lo que digo hoy es que quiero recuperar mi vida, y esta empieza ahora mismo”, agregó.
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Fuente: AFP/EFE