Kampala. El papa Francisco calificó a África de “continente de la esperanza”, tras su llegada a Uganda este viernes, destacando el trato que brinda este país a los cientos de miles de refugiados que acoge en su territorio.
En su primer discurso en Kampala, el pontífice afirmó que su visita procuraba mostrar a “África como un todo: sus promesas, sus esperanzas, sus luchas y sus logros”. “El mundo mira a África como el continente de la esperanza”, dijo. El papa Francisco también elogió el trato que da a Uganda a los refugiados, poco después de llegar a este país, segunda etapa de su gira por África, iniciada en Kenia. “Aquí en África Oriental, Uganda ha mostrado una notable preocupación en acoger refugiados, permitiéndoles rehacer sus vidas con seguridad y sentir la dignidad que da ganarse la vida trabajando honradamente”, dijo el papa Francisco. Según datos de la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR), Uganda acoge a más de medio millón de refugiados, muchos de los cuales huyeron de la guerra y la violencia en la República Democrática del Congo (RDC) y Sudán del Sur. “Nuestro mundo, inmerso en guerras, violencia y diversas formas de injusticia, está siendo testigo de movimientos de población sin precedentes”, agregó el papa Francisco. “Nuestra humanidad” a prueba “El modo en que nos ocupamos de ellos pone a prueba nuestra humanidad, nuestro respeto por la dignidad humana y, por sobre todo, nuestra solidaridad con nuestros hermanos necesitados”, puntualizó el papa Francisco. A su llegada a Uganda, el papa Francisco fue recibido con cantos y bailes, en medio de una multitud, en la segunda etapa de su gira por África, que inició hace tres días en Kenia. El papa Francisco permanecerá en Uganda hasta el domingo, día en que viajará hacia la República Centroafricana, última etapa de su periplo africano. El veterano presidente ugandés Yoweri Museveni, en el poder desde 1986, afirmó sentirse “honrado de recibir al papa Francisco”, cuya “compasión por los pobres y franqueza de espíritu constituyen un estímulo para todos nosotros”. Una multitud también esperaba al pontífice en Entebbe -a unos 30 kilómetros de la capital Kampala- donde Francisco habrá de entrevistarse con Museveni este viernes. Además había mucha gente en las calles donde ondeaban banderas nacionales de Tanzania. “Me gustaría que hablara de la corrupción, que es excesiva en Uganda. Esperemos que nos aporte un cambio político. Tiene que hablar con Museveni. Si un Papa se puede retirar, ¿por qué no va a poder hacerlo un presidente?”, declaró Agnes Mubuya, de 55 años, sentada en una silla de plástico mientras esperaba al papa en Entebbe. Alrededor del 47% de los ugandeses, es decir más de 17 millones de habitantes, son católicos. Además es uno de los países africanos donde las instituciones sociales de la Iglesia católica son más activas. El domingo, el papa Francisco volará a Bangui, capital de la República Centroafricana, devastada desde el 2013 por una guerra civil con tintes religiosos y la etapa más peligrosa de su gira. “Atroz injusticia” Previamente, también este viernes, el papa Francisco había denunciado en Kenia “la atroz injusticia” que representan las villas miseria de las grandes ciudades africanas, fruto de la corrupción y el acaparamiento por parte de unos pocos. El pontífice habló en la iglesia de San José Obrero, llevada por jesuitas, en el paupérrimo barrio de Kangemi, en Nairobi, donde malviven más de 100.000 personas. Los fieles lo recibieron con efusividad, en medio de gritos de alegría, cantos y bailes. “¿Cómo no denunciar las injusticias que sufren? La atroz injusticia de la marginación urbana. Son las heridas provocadas por minorías que concentran el poder, la riqueza y derrochan con egoísmo mientras crecientes mayorías deben refugiarse en periferias abandonadas, contaminadas, descartadas”, dijo el papa Francisco. El pontífice fustigó “la falta de acceso a las infraestructuras y servicios básicos”, la “injusta distribución del suelo (...) que lleva en muchos casos a familias enteras a pagar alquileres abusivos” por viviendas en pésimas condiciones, y el “acaparamiento de tierras por parte de 'desarrolladores privados' sin rostro, que hasta pretenden apropiarse del patio de las escuelas de sus hijos”. Recordando el “derecho sagrado a las 'tres T', tierra, techo y trabajo”, el papa Francisco abogó por una “respetuosa integración urbana”.
Fuente: AFP