Desde el martes Donald Trump enfrenta 34 cargos por supuesta falsificación de registros comerciales. Así, por primera vez un expresidente de Estados Unidos es llevado ante la justicia criminal. Pero el asunto no termina con la imputación, futuro juicio y quizá condena, pues el acusado está en este momento en plena campaña para las elecciones del 2024 y tiene fuertes opciones para ganarla. En este contexto, la pregunta que surge es si una persona condenada o encarcelada puede ejercer la presidencia de EE.UU.
Donald Trump se entregó a las autoridades el martes después de ser acusado por un gran jurado de Nueva York, encabezado por el juez Juan Merchan, por cargos relacionados con pagos de dinero para silenciar a mujeres y a un vigilante precisamente antes de las elecciones presidenciales del 2016, que las ganó.
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Los cargos penales se derivan de la investigación del fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg.
Trump se declaró no culpable de los cargos. Luego voló a su casa en Florida y habló ante una multitud de simpatizantes.
Desde el pasado viernes, cuando se supo que iba a ser imputado el martes, la campaña de Trump recaudó 7 millones de dólares.
“El único crimen que he cometido
es defender sin temor a nuestra nación de quienes buscan destruirla”, dijo Donald Trump en un discurso en Florida tras su imputación.
La justicia podría programar el inicio del juicio para enero del 2024, diez meses antes de las elecciones de noviembre. En este punto es cuando muchos se preguntan si legalmente Trump puede seguir con su campaña y asumir el poder si gana.
Y la conclusión de los abogados es que ni una acusación ni condena impedirían legalmente que Trump fuera elegido y asumir la Presidencia de Estados Unidos.
El abogado criminalista Angel Leal le dijo a Univisión que constitucionalmente no hay ninguna prohibición para que un ganador de las elecciones en Estados Unidos pueda ejercer el cargo. “Los únicos requisitos que se exigen son 35 años de edad, haber nacido en Estados Unidos y haber vivido aquí 14 años. Constitucionalmente, Trump no estaría descalificado. Para que eso suceda se requeriría un juicio político en el Congreso”.
“Constitucionalmente, el mecanismo para destituir a alguien que ocupa un cargo federal es un juicio político. Hay ciertos delitos federales como conspiración sediciosa que lo podrían descalificar, pero eso todavía no ha sido probado a nivel de corte, así que técnicamente lo único que podría ser seguro para destituir a alguien de un cargo federal como la Presidencia es un juicio político”, insistió Leal.
La cadena CNN recordó que en el pasado se han presentado delincuentes convictos a cargos federales en Estados Unidos. Y al menos uno lo hizo con cierto éxito. Se trata de Eugene Debs, un candidato socialista a la Casa Blanca a principios del siglo XX que obtuvo más de 900.000 votos en una campaña presidencial en 1920. Dicha campaña la hizo mientras estaba encarcelado por una condena por espionaje.
“En ningún momento la Constitución dice que el haber sido convicto por un delito o haber sido encausado o estar siquiera en prisión te pueda impedir aspirar o servir como presidente”, le dijo a CNN el abogado constitucionalista Rafael Penalver. Según el experto, “teóricamente es factible” que una persona pueda gobernar incluso de traje naranja.
A continuación, 5 claves de la imputación a Trump:
De acuerdo con la imputación del juez Juan Merchan, Donald Trump está acusado de haber orquestado pagos para encubrir tres casos que lo iban a perjudicar antes de las elecciones presidenciales de 2016 si se hacían públicos:
- Dino Sajudin, portero de la Trump Tower, afirmó tener pruebas de la existencia de un hijo extramatrimonial del expresidente. En el 2015 recibió 30.000 dólares de la empresa del periódico National Enquirer, cercano a Trump, para mantener a perpetuidad la exclusividad de su historia, que nunca se publicó. El contrato entre Sajudin y la compañía American Media Inc. contempla una sanción a este por 1 millón de dólares si divulga el rumor o los términos de su acuerdo con la compañía. En una entrevista con The Associated Press en agosto del 2017, la mujer mencionada en el rumor negó que hubiera tenido un amorío con Trump.
- En el 2016, una mujer que aseguró haber tenido un romance con Trump recibió 150.000 dólares en el mismo contexto. Aunque su nombre no figura en el expediente, desde entonces la ex-Playmate Karen McDougal ha roto el silencio. Ella dijo que a mediados de la década del 2000 tuvo un amorío con Trump durante 10 meses. American Media le pagó con el fin de obtener los derechos de su historia, pero nunca la dio a conocer. La empresa matriz del National Enquirer reconoció que los pagos se realizaron específicamente para ayudar a la campaña presidencial de Trump.
- A pocas semanas de las elecciones del 2016, el entonces abogado de Trump, Michael Cohen, pagó de su dinero 130.000 dólares a la actriz porno Stormy Daniels para que guardara silencio sobre una supuesta relación extramatrimonial que se remonta al 2006. Según la Fiscalía, Trump reembolsó el pago a Cohen luego de su victoria en los comicios con dinero procedente de dos fuentes: un fideicomiso que tenía los activos de la Organización Trump y de su cuenta bancaria personal.
Trump no fue imputado por pagar para comprar el silencio de Stormy Daniels, ello es lícito en Estados Unidos.
Lo que la imputación cuestiona es la forma en la que se le devolvió el dinero al abogado Michael Cohen. Trump reembolsó el dinero con varios cheques a lo largo del 2017, pero registró estos gastos como "honorarios legales" en las cuentas de su empresa, la Trump Organization.
Esto hace que se enfrente a 34 cargos por "falsedad de documentos contables" y fraude en escrituras.
El monto total entregado a Cohen superó la cifra que pagó este a Stormy Daniels. El abogado recibió en total 360.000 dólares más un bono de 60.000 dólares.
En el 2018 Cohen fue condenado a prisión tras declararse culpable de violar la Ley de Financiamiento de Campañas y cometer perjurio en el Congreso. Afirmó que había recibido órdenes de Trump para entregar el dinero y que había encubierto al entonces candidato presidencial por lealtad. Salió de prisión en el 2021 y ahora colabora con la justicia contra su exjefe.
La falsedad contable generalmente se considera una simple infracción en el estado de Nueva York, pero se convierte en delito criminal si se hace para "encubrir" otro delito. En este caso la sanción es de 4 años de prisión.
Tras la imputación a Trump el martes, el fiscal del caso, Alvin Bragg, dijo en rueda de prensa que Donald Trump “realizó 34 declaraciones falsas" para ocultar la ilegalidad de los medios utilizados para impulsar su candidatura electoral en el 2016.
Trump "falsificó repetida y fraudulentamente los registros comerciales de Nueva York para ocultar delitos, para comprar y enterrar información negativa sobre él y mejorar sus perspectivas electorales”, agregó.
“No podemos y no normalizaremos una conducta criminal grave”, manifestó el fiscal.
Cuando se le preguntó en la conferencia de prensa por qué estaba presentando el caso ahora, el fiscal Bragg dijo que su oficina tenía “pruebas adicionales” que su predecesor no encontró. “Traigo las cajas cuando están listas”, indicó.
Tras la imputación a Trump, el juez Juan Merchan fijó enero del 2024 como objetivo para el inicio del juicio.
Esa es una fecha tentativa, pues los abogados de Trump pueden antes presentar recursos que anulen la imputación.
En adelante, el equipo de abogados de Trump tiene 45 días para lograr que se desestime el juicio, mientras que la Fiscalía tiene 35 días para presentar todas sus pruebas.
Entonces, estamos ante tres escenarios:
El primero es que se retiren los cargos.
El segundo es que el Trump llegue a un acuerdo con los fiscales y acepte declararse culpable para evitar un juicio y recibir una sentencia leve, pero esta opción es improbable porque el expresidente se considera inocente.
El tercero es que la justicia decida ir a juicio.
El martes había expectativa en torno a si el juez Juan Merchan iba a imponer o no una “orden mordaza” contra Trump para prohibirle que hablara del caso, del fiscal y del propio magistrado, pero al final no lo hizo.
Pero sí advirtió a Trump que evite hacer comentarios incendiarios o que puedan causar disturbios.
Antes de la imputación, Trump pidió a sus seguidores protestar contra lo que calificó como una "caza de brujas" política. Además, advirtió que podría haber violencia.
El expresidente ha atacado públicamente al fiscal Alvin Bragg por supuestos prejuicios políticos contra él y dijo que el juez Merchan lo odia.
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