De mujer de la alta sociedad y amiga de la realeza británica, a enfrentar hasta 80 años de cárcel por uno de los mayores escándalos de tráfico sexual de los últimos tiempos.
Ghislaine Maxwell, hija menor del magnate de la prensa británica Robert Maxwell y exnovia del difunto multimillonario Jeffrey Epstein, se sienta en el banquillo de los acusados este lunes 29 de noviembre en un proceso de seis semanas en Nueva York que la prensa estadounidense define como el “juicio de la década”.
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Maxwell está acusada de haber ayudado a Epstein a abusar sexualmente de niñas menores de edad y de haberle proporcionado adolescentes para tráfico sexual al multimillonario, quien se suicidó en una celda de Manhattan en agosto de 2019.
Se espera que en los próximos días la fiscalía exponga el caso de Maxwell y obtenga una vista previa de las pruebas y los testigos en un mediático juicio en el que, sin embargo, no se permiten cámaras.
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“Este juicio tan esperado será seguido de cerca desde Nueva York a Londres. Los expertos legales dicen que es uno de los casos de más alto perfil en el que se juzga a una mujer por presuntamente facilitar una operación de tráfico sexual”, dice Nada Tawfik, corresponsal de la BBC en Nueva York.
“Se espera que las cuatro mujeres que fueron presuntamente abusadas siendo niñas suban al estrado para contar sus relatos bajo juramento. No está claro si Ghislaine Maxwell hará lo mismo”.
El juicio “no responderá todas las preguntas candentes sobre la red de tráfico sexual de Epstein, pero sumará una pieza más al rompecabezas”, cuenta Tawfik.
¿De qué se le acusa a Ghislaine Maxwell?
Maxwell fue detenida por el FBI el año pasado por su presunta implicación en el escándalo y desde entonces está en la carcel, a la espera del juicio que comenzó este lunes a las 08:30 hora local (13:30 GMT).
Se ha declarado inocente de todos los cargos en su contra.
Está acusada de seis delitos basados en la captación de menores.
Cuatro de los cargos se remontan a entre 1994 a 1997, una época en la que, según la acusación, ella era una de las socias más cercanas de Epstein y tenía una “relación íntima” con él. Otros dos cargos se relacionan con supuestos hechos de conspiración de tráfico sexual y de tráfico sexual de una menor que habrían ocurrido entre 2001 y 2004.
En diciembre del año pasado, una de las mujeres que se declaró víctima de Epstein señaló a la BBC que Maxwell controlaba a las mujeres que estaban al servicio del multimillonario.
“Ghislaine controlaba a las chicas. Era como la madame”, dijo Sarah Ransome en el programa Panorama de la BBC.
“Ella era de los elementos básicos de la operación de tráfico sexual y siempre visitaba a Jeffrey en la isla (Manhattan, donde tenía una residencia el empresario) para asegurarse de que las chicas estuvieran haciendo lo que se suponía que debían estar haciendo”, declaró.
“Ella sabía lo que le gustaba a Jeffrey. Con intimidación, ayudó a mantener los estándares de Jeffrey; intimidaba a las chicas, así que fue un esfuerzo conjunto”, señaló.
Los señalamientos en contra de Maxwell se hicieron públicos por primera vez en documentos judiciales en 2009.
El príncipe Andrés de Inglaterra, hijo de la reina Isabel II, ha sido relacionado tanto con Epstein como con Maxwell por algunas de las presuntas víctimas del empresario estadounidense.
En agosto de 2019, un juez estadounidense publicó documentos y testimonios sobre el caso contra Epstein, justo unas horas antes de que el hombre apareciera muerto en su celda en una cárcel de Nueva York, la misma donde estuvo “El Chapo”.
Virginia Giuffre, una presunta víctima del multimillonario que trabajaba como asistente de vestuario en el club Mar-a-Lago de Donald Trump en Florida, al que solía acudir Epstein, acusó a Maxwell de “reclutarla” cuando tenía 15 años como “masajista” para el financiero.
Según la Fiscalía, Epstein presuntamente pagaba a menores a cambio de un masaje en su residencia, lo que en la mayoría de los casos acababa en algún tipo de intercambio sexual.
Maxwell tildó entonces a Giuffre de mentirosa y la joven le interpuso una demanda por difamación que las partes resolvieron antes de llegar a juicio en 2017.
La socialité británica niega haber sido parte de los esquemas sexuales de Epstein.
Sin embargo, en agosto pasado, medios estadounidenses y de Reino Unido, así como algunos abogados de las víctimas del multimillonario, volvieron a poner el foco en Maxwell.
En documentos publicados entonces, los abogados de Giuffre ya habían acusado a Maxwell de “actuar como madame” para el Epstein e indicaron que “múltiples testigos” la habían acusado de “reclutar, mantener, hospedar y traficar” menores para Epstein.
¿Cómo comenzó Ghislaine Maxwell su relación con Epstein?
Nacida el día de Navidad de 1961 en las afueras de París, Maxwell fue educada en la Universidad de Oxford, en Inglaterra, y habla varios idiomas.
Tiene nacionalidad británica, estadounidense y francesa.
Medios estadounidenses señalan que desde joven fue una persona con numerosos contactos en la clase alta y que fue ella quien le presentó a Epstein a muchos de sus amigos ricos y poderosos, entre ellos, el expresidente de Estados Unidos Bill Clinton y el príncipe Andrés, duque de York.
De hecho, el tercer hijo de la reina Isabel II enfrenta una demanda civil en EE.UU. por presuntamente haber abusado sexualmente de Virginia Giuffre cuando ella era menor de edad, algo que él niega tajantemente.
Según el diario The Washington Post, los amigos de la pareja señalan que la relación sentimental de Maxwell con Epstein duró pocos años, aunque ella continuó trabajando para él tiempo después.
“Ella era una persona de educación y gustos refinados y sabía cómo manejar una casa o un bote y cómo atender a los invitados”, según dijo un conocido de ambos al diario británico The Daily Telegraph.
En un perfil de Vanity Fair publicado en 2003, Epstein comentó que no consideraba a Maxwell una empleada sino su “mejor amiga”.
En documentos judiciales los extrabajadores de la mansión de Epstein en Palm Beach, Florida, la describen también como la gerente de la casa, que supervisaba al personal y manejaba las finanzas.
Heredera de la alta sociedad
Maxwell es la novena y última hija del magnate de los medios británicos Robert Maxwell, con quien tenía una relación muy cercana.
De hecho, el multimillonario la puso a cargo de su club de fútbol, el Oxford United, y nombró a su yate Lady Ghislaine en su honor.
Fue de esa embarcación de donde desapareció el empresario de origen checo frente a las islas Canarias, España, en noviembre de 1991.
Tras hallar el cuerpo, las autoridades atribuyeron su muerte a un “ahogamiento accidental”.
Robert Maxwell había logrado construir un imperio editorial mundial. Pero, después de su muerte, se supo que había tomado dinero de los fondos de pensiones de una de sus empresas para mantener a flote sus compañías.
Poco después de la muerte de su padre, Ghislaine Maxwell abandonó Reino Unido para establecerse en Estados Unidos, donde trabajó en el sector inmobiliario.
De novia a confidente
Fue poco después cuando conoció a Jeffrey Epstein y su relación evolucionó con los años: de pareja sentimental se dice que pasó a ser su asistente y confidente.
Según algunos medios, Epstein le compró una casa en el barrio de Manhattan de Nueva York por US$5 millones y lo acompañaba frecuentemente en su jet privado en viajes por todo el mundo.
Después de que su exnovio afrontara un proceso legal por prostitución de menores en 2008 comenzó a alejarse de él.
Maxwell fundó una ONG, el Proyecto TerraMar, dedicada a preservar los océanos y fue invitada a dar una charla Ted y a hablar en Naciones Unidas sobre el tema.
Pero en los últimos años, poco se supo de ella.
Se cree que se marchó de Estados Unidos y que vendió su chalet adosado en Manhattan en 2016.
Mantuvo un perfil bajo hasta que en julio pasado fue arrestada en su mansión de New Hampshire y encarcelada en Nueva York.
*Esta nota fue publicada originalmente el 13 de agosto de 2019 y actualizada el 29 de noviembre debido al comienzo del juicio.
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