El mandatario chino Xi Jinping instó al expresidente de Starbucks, Howard Schultz, que sigue siendo accionista mayoritario en el grupo de las célebres cafeterías, que contribuya a mejorar las relaciones entre Beiing y Washington, informó el jueves la agencia Xinhua, medio de comunicación estatal chino.
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El jefe del Estado respondía por escrito a una carta del empresario estadounidense, cuyos cafés están omnipresentes en China, con más de 4.700 puntos de venta.
“Espero que Starbucks trabaje en la promoción de la cooperación económica y comercial entre China y Estados Unidos y en el desarrollo de las relaciones bilaterales”, dijo Xi Jinping a Schultz, según la agencia de noticias del país oriental.
“China ofrecerá a las empresas del mundo entero, incluida Starbucks y otras empresas estadounidenses, un espacio más amplio para desarrollarse en el país”, garantizó el mandatario.
Su promesa se produce dos semanas después del acuerdo de principio entre China y la Unión Europea (UE) sobre la protección recíproca de sus inversiones, un hecho que pudo despertar preocupación entre los empresarios estadounidenses.
¿Quién es Howard Schultz?
Nació en 1953, en Brooklyn, Nueva York. Su familia llegó a Estados Unidos en 1892 procedente de Europa del Este. Su abuelo paterno solo tenía 10 dólares en el bolsillo cuando pisó territorio norteamericano, no hablaba inglés y trabajaba como sastre. Una historia similar vivió su abuelo materno quien llegó a este país en 1890, cuenta Howard Schultz en la autobiografía que publicó en su página web.
“Tenía tres años cuando mi familia se mudó a un pequeño apartamento en uno de los proyectos de vivienda pública de Brooklyn en Canarsie, que estaba en la última parada del tren “L” de la ciudad de Nueva York. Así crecí, como el mayor de tres hijos”, narra el empresario.
Howard indica en su web que ninguno de sus padres había terminado la secundaria. “El recuerdo más fuerte de mi papá es él acostado en nuestro sofá, angustiado. Yo tenía unos siete años. Era invierno, y él trabajaba entregando pañales de tela. Se había caído en una placa de hielo y se lastimó. Lo despidieron de su trabajo y no tenía seguro médico, indemnización para trabajadores ni ahorros. La imagen de mi padre en el sofá, indefenso, quedó grabada en mi mente”.
El ahora accionista mayoritario de Starbuck señala que durante meses a su familia no le alcanzaba el dinero para pagar las cuentas y que él se sentaba en una de las gradas de la escalera de su vivienda para imaginar una vida mejor. Agrega que se refugió también en los deportes. “Como adolescente pasé la mayor parte de mi tiempo libre jugando al baloncesto y fútbol en las pistas de concreto. En la secundaria jugaba al fútbol y el deporte se convirtió en una potencial salida de las viviendas subvencionadas”.
En 1971, Schultz llegó a la Universidad de Northern Michigan, con la esperanza de obtener una beca de fútbol americano, pero nunca se materializó. Pagó su carrera con préstamos estudiantiles y trabajos de media jornada. Cuatro años después, se convirtió en el primer miembro de la familia en graduarse.
Schultz cuenta en su autobiografía que uno de sus primeros trabajos fue vender equipos de oficina de Xerox Corporation y que le entregaba la mitad de su sueldo a sus padres. Luego trabajó en una empresa europea que producía artículos para el hogar. Además, fue vicepresidente y gerente general de Hammarplast EE.UU., una compañía de artículos para el hogar sueco. Uno de nuestros clientes era una empresa de café en Seattle, Washington, llamada Starbucks. “En 1982, fui a visitar a los fundadores. Dentro de un año, dirigía el área de marketing de Starbucks y me había mudado a Seattle con mi esposa, Sheri”.
Un año más tarde, en 1983, Howard viajó a Italia, cautivado con barras de café italiano y el romance de la experiencia del café. Tuvo una visión de llevar la tradición del café italiano a América, como señala en una reseña la página web de Starbucks.
“Entré una tienda de café italiano y probé mi primer espresso. Quedé fascinado con bebida, el barista que lo preparó y la atmósfera de la cafetería. En ese entonces las tiendas Starbucks solo vendían café de grano y no tenían asientos. Tuve una visión para crear tiendas de café de especialidad que integraran el romance del espresso y ofrecieran un lugar común para la comunidad. Los fundadores de Starbucks, sin embargo, no les interesaba mi idea”, menciona Schultz en su autoreseña.
Decepcionado, Schultz salió de Starbucks por un corto período de tiempo para iniciar sus propias cafeterías Il Giornale. “Durante un año, Sheri y yo vivimos de su sueldo mientras intenté recaudar fondos. Escuché la palabra ‘no’ más de 200 veces, pero con el tiempo, mucha gente creyó en mi visión e invirtió en mí y el negocio”. En 1987, Schultz ya tenía tres bares de espresso que se llamaban Il Giornale.
En agosto de 1987 compró Starbucks con la ayuda de inversionistas locales. A medida que la cadena de cafeterías iba creciendo, la familia de Schultz también crecía en número: su hijo Jordan, nació en 1986 y su hija, Addison, en 1989. Actualmente, Jordan es periodista deportivo y Addison es trabajadora social.
“Sheri no solo es una esposa, madre y abuela maravillosa, sino que durante años ha sido el corazón y la fuerza detrás de la Fundación de la Familia Schultz, la cual se centra en ayudar a que jóvenes, veteranos, familias militares y otras personas accedan a oportunidades como la educación y el empleo. Los dos hemos vivido el sueño americano, y creemos que es nuestra responsabilidad ayudar a otras personas a hacer lo mismo”, subraya Shultz.
En el año 2000 dejó de ser CEO de Starbucks y se convirtió en presidente del concejo, pero volvió en el 2008, cuando la empresa estaba pasando por un momento difícil. En el 2018, Starbucks obtuvo el quinto lugar en la lista hecha por Fortune de las empresas más admiradas del mundo del 2018 y 2019.
Howard Schultz dejó la presidencia de Starbucks en junio del 2018 después de haber convertido al grupo en un gigante del sector, con 28.000 locales de café en todo el mundo. Se estima que tiene un valor de $5,1 mil millones, según el Índice de multimillonarios de Bloomberg.
Cuestiones políticas
Schultz, de 67 años, un exdemócrata moderado, barajó la posibilidad de presentarse como candidato independiente en las elecciones del 2020 y rivalizar con Joe Biden y Donald Trump, en cuyo mandato las relaciones con China se deterioraron notablemente. El hecho fue informado por distintos medios de comunicación como The New York Times.
“Schultz es franco sobre cuestiones políticas. Durante sus cuatro décadas en Starbucks posicionó a la compañía como un campeón progresivo en la América corporativa”, indica un artículo de CNN.
Schultz también ha hecho comentarios sobre los vínculos entre Estados Unidos y China. En 2018, lamentó los efectos de la guerra comercial y dijo que los aranceles estadounidenses sobre los productos chinos no ayudarían a los empleos estadounidenses. China es el principal mercado de crecimiento de Starbucks en el extranjero.
“Cada vez que hemos tenido un conflicto comercial y ha habido guerras comerciales, ha resultado en una recesión de la economía de Estados Unidos. Esto es lo que realmente creo. Estados Unidos no debería estar construyendo muros de ningún tipo. Deberíamos estar construyendo puentes”, declaró a CNN en ese momento.
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