Con la nueva -y polémica- ley aprobada en Texas para restringir el voto, que a su vez se suma a la prohibición y casi persecución del aborto, y al reinicio de las obras del tristemente famoso muro fronterizo con México, el estado se ha convertido en el principal bastión de políticas ultraconservadoras en Estados Unidos.
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Durante un acto celebrado en la ciudad de Tyler, el gobernador republicano y protrumpista Greg Abbott estampó su firma con la que aprobaba la ley S.B.1 en medio de una estruendosa ovación de los asistentes.
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La legislación dará una mayor autoridad a los observadores de los partidos políticos presentes en los centros de votación, dificultarán el voto por correo, prohíbe la votación desde el interior de un vehículo -práctica masificada durante la pandemia de COVID-19- y limitarán la asistencia que se prestan a votantes discapacitados o que no dominan perfectamente el inglés, explica la agencia EFE.
Los principales perjudicados serán los votantes afroamericanos, hispanos y discapacitados, identificados en su mayoría con el Partido Demócrata.
Según Abbott, y el panel que lo acompañó durante el acto, la ley S.B.1 busca proteger el proceso electoral de “malos actores” que buscan “engañar” al pueblo. “Esta ley hará más difícil que se emitan votos fraudulentos”, dijo el gobernador en clara referencia a las denuncias de fraude del expresidente Donald Trump tras su derrota en los comicios presidenciales del 2020, pese a que diferentes organismos estadounidenses han rechazado los señalamientos y advertido que no hay pruebas que justifiquen dicho reclamo.
Según la organización no partidista States United Democracy Center, desde noviembre del año pasado los republicanos han presentado 216 proyectos de ley en 41 estados que buscan restringir el acceso al voto; 24 de ellos estaban aprobados para mediados de julio del 2021.
CRIMINALIZACIÓN DEL ABORTO
El 1 de septiembre entró en vigor en Texas una ley que prohíbe a los proveedores de abortos realizarlos luego de las seis semanas de embarazo, tomando en cuenta que en muchos casos la mujer desconoce sobre su proceso de gestación antes de dicha fecha. La legislación causó un gran revuelo en el país donde desde 1973 está garantizado el derecho al aborto por mandato de la Corte Suprema.
El máximo tribunal, sin embargo, decidió no intervenir en la reciente ley de Texas.
Uno de los puntos más polémicos de la legislación reside en que no contempla excepciones ni siquiera en casos de violación o incesto, solo se permite en caso de una “urgencia médica” acreditada por un doctor.
Además de ello, permite que cualquier ciudadano pueda denunciar a las clínicas o profesionales que interrumpan un embarazo y “recompensa” con 10 mil dólares a quien denuncie y compruebe que se cometió el aborto.
Esto último ha despertado el temor de que se inicie una suerte de persecución de casos de aborto motivados por un beneficio económico.
El gobernador Abbott ha defendido su ley, promulgada en mayo pero con efecto desde inicios de este mes, asegurando que no obliga a las mujeres a dar a luz y prometiendo “retirar a todos los violadores de las calles”. Esto último pese a que distintos estudios, como el realizado en el 2019 por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, revelan que apenas un tercio de las víctimas de violación u otra agresión sexual la denuncian ante la policía.
EL MURO, OTRA VEZ
Otro punto que ha estado en la mira del gobernador republicano es la migración, por lo que a pocos sorprendió que a mediados de junio anunciara que reiniciaría la construcción del muro fronterizo con México, un símbolo de la campaña que llevó a Trump a la presidencia estadounidense.
Para esto, Abbott anunció que asignaría 250 millones de dólares de fondos estatales para las obras en su territorio. “Texas está dispuesto hacer el trabajo que la Administración del presidente Joe Biden se rehúsa a hacer”, dijo entonces el gobernador.
La respuesta del gobierno federal, encabezado por el demócrata Joe Biden, llegó semanas más tarde cuando anunció que había cancelado dos contratos suscritos por Trump para la construcción del muro en la ciudad de Laredo, en Texas.
Además, invocó al Congreso Estadounidense que “cancele los fondos restantes para el muro y que, en cambio, otorgue fondos para medidas de protección fronterizas más inteligentes”, según una nota de EFE.
En medio de la disputa en la que se enfrascaron Abbott y Biden, el gobernador ordenó que la Guardia Nacional asistiera en el arresto de los migrantes que crucen ilegalmente la frontera desde México, además encargó a la misma fuerza colaborar con la construcción de la primera etapa del muro fronterizo.
Todo esto se enmarca en el operativo denominado Estrella Solitaria, lanzado en marzo del 2021 por Abbott, y dentro del que se han realizado más de 4.600 arrestos a cargo del Departamento de Seguridad Pública. Los detenidos, además, han sido denunciados por traspaso criminal y allanamiento de morada, gracias a un decreto firmado por el mismo gobernador.
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