España reclama “total transparencia” en el escrutinio de votos en Venezuela

El ministro español de Relaciones Exteriores, José Manuel Albares, pidió este lunes a Venezuela que garantice una “total transparencia” en el cómputo de votos tras unos controvertidos comicios en los que el presidente Nicolás Maduro fue reelegido.

“Queremos una total transparencia y por eso pedimos una publicación de las actas mesa por mesa”, declaró Albares durante una entrevista en la radio Cadena Ser. “Queremos que se garantice la transparencia. La clave es esa publicación de los datos mesa por mesa para que puedan ser verificables”, agregó.

SEPA MÁS: Putin felicita a Maduro por la reelección en Venezuela y le recuerda que es “bienvenido” en Rusia

“Por el momento tenemos unas cifras en bruto que se han dado y que, como ve, hay una división de opiniones”, apostilló.

“La voluntad democrática del pueblo de Venezuela debe ser respetada”, señaló el ministro en la red social X. “Pedimos que se mantengan la calma y el civismo con los que transcurrió la jornada electoral”, añadió.

De su lado, el jefe de la oposición de derecha, Alberto Núñez Feijóo, estimó en un mensaje en X que “hay fundadas razones para pensar que el resultado anunciado por el régimen no responde a lo que votó el pueblo”.

“Exigimos una auditoría del proceso, la entrega de las actas electorales y la aceptación del resultado”, agregó el líder del conservador Partido Popular.

El Consejo Nacional Electoral (CNE), de línea oficialista, proclamó a Maduro para un tercer mandato consecutivo de seis años con 5,15 millones de votos (51,2%), tras el escrutinio de 80% de los votos. El candidato de la oposición, Edmundo González Urrutia, recibió 4,45 millones de votos (44,2%).

Pero la coalición opositora denunció un fraude e insistió en que recabó el 70% de los votos, rechazando los resultados del CNE.

En el poder desde 2013, Maduro se proyecta para permanecer 18 años en la presidencia, hasta 2031.

Durante la jornada electoral la oposición denunció irregularidades, como que se impidió que sus testigos accedieran a los centros de votación para presenciar el proceso, y que no pudo obtener copias de las actas que emite la máquina de votación (el sistema es automatizado), a las que por ley tienen derecho los partidos y que sirven para cotejar el resultado oficial.