Sangatte. En su segundo intento, el “hombre volador” Franky Zapata consiguió este domingo su hazaña de cruzar el canal de la Mancha, en Francia, a bordo de su “Flyboard” en unos veinte minutos, tras una breve parada en un barco para repostar en queroseno.
Este francés de 40 años despegó hacia las 08H15 (06H15 GMT) a bordo de su tabla voladora desde la playa de Sangatte, en el norte de Francia, en medio de un ruido ensordecedor y bajo la mirada de cientos de curiosos.
Vestido totalmente de negro y con casco, despegó rumbo a la bahía de San Margaret, en el sur de Inglaterra, donde aterrizó unos veinte minutos más tarde, tras sobrevolar el mar a unos 15-20 metros de altura, convirtiéndose en el primer hombre en cruzar el canal de la Mancha a bordo de una tabla voladora.
El inventor, excampeón del mundo y de Europa de esquí acuático, cruzó los 35 km del estrecho a bordo de su aparato, equipado con un motor propulsado por cinco turborreactores de aire que permiten despegar y avanzar a hasta 190 km/h, con una autonomía de unos diez minutos.
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“¡Todo fue bien! Incluso si fue complicado (el abastecimiento en el barco)... Luego, veía Inglaterra que se iba acercando e intenté disfrutar para no pensar en el dolor. ¡Las piernas me quemaban!”, aseguró Zapata a la prensa, justo después de aterrizar, añadiendo que se trataba de un “trabajo de equipo”.
Voló a “160/170 km/h durante a lo largo de casi toda” la travesía, precisó, informado gracias al indicador de velocidad sonora que lleva en el casco.
- “El mejor” -
Zapata, quien dijo que se sentía “cansado” y necesitaba unas vacaciones, aseguró que ya tiene otros desafíos en mente, como terminar su “coche volador”.
Luego, rompió a llorar cuando su hijo le dijo por teléfono: “¡Eres el mejor, papá!”.
El 25 de julio, 110 años exactos después del éxito del francés Louis Blériot, primer aviador en atravesar la Mancha, Zapata se lanzó desde el mismo lugar con su invención. Sin embargo, pocos minutos después de entrar en aguas inglesas cayó al agua, tras golpear levemente la plataforma del barco de abastecimiento donde intentaba posarse.
Debido a la distancia, Zapata tenía que hacer obligatoriamente una parada en su trayecto para repostar en combustible, que acumula en una mochila a su espalda.
“La parte más compleja es realmente el abastecimiento”, había dicho tras su fallido primer intento, reconociendo una “mala apreciación de la dificultad de aterrizaje”.
Para esta segunda tentativa, Zapata y su equipo decidieron ubicar una embarcación de aprovisionamiento “más grande” en aguas francesas.
Pero este domingo, el inventor logró “posarse fácilmente en el barco, cambiar su mochila a la espalda y salir de nuevo”, explicó su esposa Krystel.
Con la primera tentativa, Zapata y su empresa lograron cierto eco mediático, aprovechando la espectacular intervención que realizó unos días antes durante la Fiesta Nacional francesa, el 14 de julio, al volar a varios metros del suelo durante el desfile militar en los Campos Elíseos de París.
Fuente: AFP