Con la intención de fortalecer las relaciones con el Perú, el miércoles 7 de septiembre llegó a nuestro país el ministro de Asuntos Exteriores y Comercio de Hungría, Péter Szijjártó, quien conversó con El Comercio sobre la cooperación entre ambos países, la postura de su gobierno frente a la guerra en Ucrania y la crisis que se vive en el Viejo Continente ante el temor de que Rusia decida cortar el suministro de gas.
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Durante su visita, el canciller húngaro pudo reunirse con su entonces homólogo peruano, Miguel Ángel Rodríguez Mackay, para suscribir tres importantes acuerdos enfocados en la cooperación de ambos países en materia educativa, deportiva y diplomática.
La gestión de Szijjartó, quien ocupa el cargo desde el 2014 y que en el 2017 ya había llegado al Perú para reabrir la sede diplomática húngara en nuestro país tras 11 años, ha estado marcada por una estrategia de apertura hacia el hemisferio sur que en su momento implicó la reactivación de 10 embajadas en América Latina y África.
Los acuerdos alcanzados con la Cancillería Peruana incluyen un programa de becas que permitirán que 20 estudiantes peruanos -tanto de pregrado como posgrado- puedan realizar sus estudios en alguna universidad húngara. De la misma forma, el Perú ofrecerá 5 becas a ciudadanos húngaros cuando el presupuesto así lo permita.
En cuanto al deporte, se firmó un memorando de entendimiento entre el Instituto Peruano del Deporte y el Ministerio de Defensa de Hungría que estará enfocado en promover y fomentar la cooperación directa entre las federaciones deportivas y otras organizaciones que trabajen en ámbitos relacionados con el deporte.
Finalmente, el tercer acuerdo contempla la cooperación mutua entre la Academia Diplomática del Perú Javier Pérez de Cuéllar y la Academia Diplomática Húngara del Ministerio De Relaciones Exteriores y Comercio de Hungría.
“Por eso decidí reabrir la embajada en el Perú en el 2017, porque entendimos que su país ofrece grandes oportunidades para las compañías húngaras y los húngaros en general. Además, vimos que la economía peruana venía creciendo rápidamente. Por ello, desde el 2017 hemos multiplicado nuestro intercambio comercial; el año pasado, por ejemplo, aumentó un 60% para dar un estimado actual de 30 millones de dólares, y la tendencia sigue siendo positiva por lo que prevemos una expansión”, explicó Szijjártó a El Comercio.
El canciller aseguró, además, que los turbulentos tiempos políticos que se han vivido en nuestro país durante los últimos años no han afectado las relaciones ni los acuerdos alcanzados entre ambos gobiernos.
“No soy peruano así que no puedo juzgar eso (la inestabilidad política), el problema en la política internacional es que muchos se creen tan inteligentes como para poder opinar sobre los asuntos internos de otros países. Desafortunadamente en Europa está la tendencia de opinar sobre los asuntos internos de otros países, pero nosotros no somos así. Lo que puedo decir es que la estabilidad política por supuesto que es importante, en Hungría hemos ganado las cuatro últimas elecciones parlamentarias con una mayoría de dos tercios. Los últimos 10 o 15 años han sido bastante turbulentos en Europa, hemos tenido la crisis financiera, migración, COVID-19 y ahora la guerra, por lo que la estabilidad política cuenta”, señaló.
LA RELACIÓN CON LA UNIÓN EUROPEA
El gobierno del primer ministro Viktor Orbán, al frente de Hungría desde el 2010, ha estado marcado por un constante enfrentamiento con la Unión Europea, principalmente en cuanto a los poderes que debe tener el bloque continental, las políticas establecidas para la recepción de refugiados provenientes de África y Medio Oriente, y más recientemente en torno a la invasión rusa de Ucrania.
- ¿Cómo calificaría la relación entre su país y la Unión Europea?
Debemos ver la situación actual de Europa. Hay dos pensamientos principales sobre cómo construir la Unión Europea del futuro. Una dice que debe ser una suerte de Estados Unidos de Europa, federalista, con menor competencias de los miembros y mayor poder de Bruselas. Nosotros no pensamos así. Nuestra idea es que la Unión Europea debe ser fuerte, pero solo puede conseguirlo si los países que la conforman son fuerte por sí mismos. La corriente liberal internacional que rige sobre la política y los medios europeos se opone férreamente a nuestra idea, por eso estamos bajo constantes ataques. Sin mencionar que nuestro gobierno es de derecha, es un gobierno cristiano-demócrata-patriótico. Nosotros hacemos cosas totalmente distintas a lo que hace esa corriente, pero tenemos éxito y la corriente liberal internacional no puede asimilar eso, que hagamos cosas distintas y seamos exitosos. La corriente liberal nos odia y busca cometer cualquier fraude para sacar al gobierno. En las últimas elecciones de abril ganamos con el 55% de los votos, pese a que se movilizaron muchos recursos financieros internacionales hacia la oposición. Hubo políticos extranjeros que fueron a apoyar a los opositores, pero el pueblo húngaro tomó la decisión de que nosotros sigamos a cargo del país.
- Hace un par de semanas, el excandidato opositor Péter Márki-Zay reconoció haber recibido fondos provenientes de territorio estadounidense, ¿se refiere a eso?
Sí, el líder de la oposición admitió que recibió montos significativos desde Estados Unidos. No decimos que el Gobierno (de Joe Biden) lo financió, pero actores que nadie sabe quiénes son financiaron a la oposición húngara. Sin embargo, los húngaros son luchadores por la libertad y no les gusta este tipo de acercamientos colonialistas. Esto generó algunas discrepancias con Bruselas, sin mencionar la visión que tenemos sobre la guerra actual (en Ucrania). Nosotros defendemos que debe haber paz tan pronto como es posible, somos vecinos de Ucrania y los efectos negativos de la guerra nos impactan mucho antes que a los países que se encuentran más lejos. Queremos paz, pero muchas decisiones hechas por organizaciones internacionales básicamente contribuyen a la escalada y prolongación de la guerra. Eso es algo que no nos gusta para nada.
- ¿Cómo podemos pensar en una Unión Europea donde hay dos corrientes sobre cómo debe funcionar?
Esa es la democracia, al final se logran algunos consensos. Hay tratados y contratos que regulan las operaciones de la Unión Europea. Los que lo quieren convertir en un modelo federal básicamente violan estas regulaciones de forma oculta. Las reglas son claras, por ejemplo en política internacional las decisiones se deben adoptar de forma unánime, pero ahora los países quieren cambiarlo por un sistema de mayoría. Es decir, los grandes países les dirán a los pequeños qué deben hacer. No vemos eso como una vía democrática de cooperación entre naciones. Por eso queremos que las naciones que crearon la Unión Europea sean respetadas y fortalecidas.
- ¿Pasa lo mismo con la OTAN?
Con la OTAN es diferente porque es una alianza defensiva con reglas y limitaciones muy claras para acciones conjuntas. La OTAN está operando bien, no veo intenciones de ejercer mayor presión sobre los estados miembros, hay procesos de decisión muy claros y un marco establecido sobre su función. Yo diría que está todo bien.
LA GUERRA EN UCRANIA
- Desde Rusia se acusó a la OTAN de provocarlos al intentar expandirse y, finalmente, provocar la guerra en Ucrania. ¿Qué opina usted sobre eso?
Hay una clara decisión de OTAN, y la apoyamos, de ser una alianza que no forma parte de esta guerra. La OTAN es una alianza que no envía armas en esta guerra y hará todo lo posible para evitar un enfrentamiento directo con Rusia. Esta posición de la OTAN es clara y firme. Si la OTAN se mantiene en esa posición puede ayudar a recuperar la paz.
- Su país prácticamente marca la frontera entre la Europa Occidental y Rusia, ¿cómo maneja las relaciones con ambos frentes en momentos como este?
Es la pregunta del millón de dólares. No es fácil. Aquellos que son más grades y fuertes que nosotros, y que están mucho más lejos de Rusia, definitivamente no entienden nuestra situación. En nuestro caso, en Europa Central, Rusia es una realidad. Nosotros no somos una potencia nuclear a un océano de distancia. Si lo fuésemos tendríamos una posición diferente, pero estamos en el mismo vecindario. Eso determina nuestra situación política. Por ejemplo, las naciones centoeuropeas dependemos de Rusia para la energía, no por diversión ni porque así lo quisimos sino porque si queremos energía necesitamos una fuente y una red para obtenerla. Al ver el mapa de Europa Central podrán ver que la fuente y las redes parten desde Rusia hacia nuestra región. Así que tenemos dos opciones: le compramos gas a Rusia o nos morimos congelados. Por eso optamos por tener una relación pragmática con Rusia y es lo que venimos haciendo. Tenemos un acuerdo de larga proyección con Gazprom, nos están proveyendo de acuerdo a ello y no queremos que el pueblo húngaro pague las consecuencias de la guerra. Nosotros condenamos la guerra, hemos recibido más de un millón de refugiados ucranianos pero no estamos listos para sacrificar a nuestra población porque no es responsable de esta guerra.
- ¿Y quién es responsable?
Es una situación bastante clara, Rusia ha atacado a Ucrania. Nosotros definitivamente queremos que esto se acabe, pero desafortunadamente veo que algunos actores internacionales no están interesados en la paz sino en la escalada de la guerra.
- Sin embargo, incluso dentro del Grupo Visegrad (compuesto por Eslovaquia, Hungría, Polonia y República Checa), donde los cuatro son parte del mismo vecindario, hay discrepancias sobre cómo enfrentar esta situación...
Absolutamente, debemos respetar eso, tenemos diferentes posiciones. Nosotros no enviamos armas a Ucrania y no permitimos que esos envíos pasen por nuestro territorio. Tenemos una comunidad significativa de húngaros viviendo del lado ucraniano de nuestra frontera, no queremos que sean objetivo de ningún ataque y para nosotros es obvio que para evitarlo no permitiremos el paso de ningún arma por nuestro territorio. Pero quiero enfatizar que estamos llevando adelante la labor humanitaria más grande de nuestra historia, estamos recibiendo a los refugiados, a sus familias, pero queremos paz y no creemos que el envío de armas ayudarán a conseguirla más pronto.
- Esta ayuda hacia los refugiados ucranianos, sin embargo, contrasta con los señalamientos hacia el primer ministro Orban por un discurso que brindó en Rumanía y por el que incluso fue tildado de nazi. ¿Por qué encontramos tanta diferencia en la postura ante estos dos fenómenos?
Es diferente. Tenemos refugiados ucranianos, un país vecino, a dónde más iría esta pobre gente sino a sus vecinos. Eso es lo que dice la ley internacional, si tienes que escapar de tu país puedes entrar a un país vecino y permanecer ahí hasta que las condiciones en tu lugar de origen se normalicen. Pero, desde el sur tenemos un flujo masivo de migrantes ilegales que llegan desde miles de kilómetros, violando fronteras, algunas veces incluso atravesando docenas de países seguros. No tienen razón para llegar hasta Hungría, violan nuestras fronteras, se comportan de forma agresiva, disparan a nuestros guardias y entre sí, muestran una total falta de respeto a nuestras leyes. Eso es lo que no queremos. De eso habló el primer ministro, los refugiados son aceptados y ayudados, pero los migrantes ilegales no.
- Según algunas encuestas publicadas en su país, cerca del 50% de la población considera que su gobierno necesita dar una respuesta más firme a la guerra. ¿Qué opina al respecto?
Cuando se trata de encuestas recuerdo que decían que ganaríamos la elección con un margen de entre el 1% y el 4%. La terminamos ganando por más del 20%. En las elecciones quedó claro qué opina el gobierno y la oposición sobre la guerra, ese fue el tema principal. Arrasamos en los votos contra los otros 7 partidos de oposición, así que me parece obvio lo que la gente realmente opina al respecto.
EL GAS RUSO
- Hace unas semanas estuvo en Rusia para negociar un nuevo acuerdo de suministro de gas, en los últimos meses la amenaza de que Moscú corte el servicio a Europa ha estado latente. ¿Qué obtuvo de aquellas conversaciones?
En septiembre del año pasado firmamos un acuerdo de 15 años con Rusia para el suministro de gas luego de que expirara el que teníamos desde hacía 25 años. Además, se ha construido un nuevo gasoducto (llamado TurkStream) que transporta el gas ruso a través de Turquía, Bulgaria y Serbia, ese gasoducto opera al 100%. Los problemas y las turbulencias ocurren en el suministro hacia el norte y el oeste de Europa, pero nuestro gasoducto es totalmente confiable. Debo decir que cuando lo construimos recibimos presión de actores occidentales diciendo que podríamos ser sancionados si continuamos haciéndolo, pero si no lo construíamos ahora estaríamos en serios problemas. Las últimas negociaciones fueron respecto al volumen que recibiremos, ahora es de 5,8 millones de litros cúbicos más que el pactado en el acuerdo original.
- ¿Considera que existe un riesgo real de que Rusia corte el suministro de gas a Europa?
Si la Comisión Europea decide poner un tope al precio del gas, Rusia decidirá cortar el suministro. Es obvio. Espero que las instituciones europeas no busquen imponer ese tope porque generaría una gran crisis en Europa. Los precios energéticos son irracionalmente altos, pero esa no es la pregunta principal sino quién lo suministrará. Al poner un tope mejorarán los precios pero ya no habrá gas.
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