No es novedad el interés de Rusia por el Donbás ucraniano. Uno de los primeros hitos se marcó en el 2014 tras las protestas masivas del Euromaidán, y la caída del presidente prorruso, Víktor Yanukóvich. Entonces, la región de Donestk se declaró independiente, un camino que también intentaron transitar Mariúpol y Lugansk.
Moscú, aunque lo ha negado, apoyó el intento de secesión.
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El conflicto cobra ahora mayor relevancia: con el inicio de la invasión rusa a Ucrania, el mandatario Vladimir Putin declaró a Donestk y Lugansk como repúblicas independientes; y, ahora, tal como lo advirtió el Kremlin hace una semana, está por atacar dichas zonas con el objetivo de controlarlas.
¿Por qué a Putin le interesa tanto el Donbás?
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Para la internacionalista Mayte Dongo, hay tres razones principales. La primera es económica. “Allí existe una industria que produce acero y carbón. Eso le interesa a Moscú porque no tiene esa capacidad y porque esos productos son básicos para producir otros. De hecho, también son clave para la guerra”.
Putin también tiene intereses políticos. Cuenta Dongo que el plan no solo sería ampliar el territorio ruso anexando la región, sino también propagandístico. “Es muy probable que gané la guerra en esa zona. Allí hay separatistas desde el 2014 y gran parte ya está controlada, lo que le da más posibilidades de salir victorioso”.
ABC agrega: “La anexión del Donbás le serviría a Putin para mostrar al menos un logro a la opinión pública de su país”.
Finalmente, la región le interesa porque, al haber más rusoparlantes y prorrusos, los argumentos que esgrimió para justificar el inicio de la guerra cobrarían sentido, dice Dongo.
El portal español explica que, según los Acuerdos de Minsk del 2015, Kiev y Moscú se comprometieron “a que el Donbás tuviera gobiernos autónomos sin dejar de pertenecer a Ucrania”. Sin embargo, para explicar la reciente invasión, Rusia sostuvo que era imperante tomar acción en la zona porque allí se llevaba a cabo un “genocidio” de “la población de origen ruso”.
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¿Qué se puede esperar de la ofensiva?
Para Dongo, habría que asumir que este ataque será “más rápido” para “no seguir comprometiendo los recursos del país”. “Recuerda que la economía rusa no es tan fuerte y la guerra la está afectando muchísimo. Tomar la región con rapidez sería una victoria”.
“Y no hay que olvidarse de la Batalla de Berlín [de 1945, durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los soviéticos golpearon y sometieron a la capital nazi]. Esta se desarrolló desde mediados de abril hasta el 2 de mayo. Quizás Rusia quiera obtener estos territorios en fechas similares como un acto simbólico”.
ABC, por su lado, anota que el objetivo de Vladimir Putin es “asegurar un corredor territorial hasta la península de Crimea, que ya es rusa”.
La ‘rusificación’
La guerra de Putin se sostiene en “décadas de rusificación”, escribe ABC. El Donbás tiene la “mayor densidad de población de Ucrania después de Kiev”, siendo que la gran mayoría tiene lazos estrechos con Rusia.
¿Cómo así?
La demografía del Donbás se redujo porque, en la Segunda Guerra Mundial, “fue el objetivo de la Operación Barbarroja del Ejército de Hitler”, y por las “las sucesivas ‘limpiezas étnicas’ llevadas a cabo por la Unión Soviética”, anota ABC.
Para reemplazar a la mano de obra de la zona “fuertemente industrializada” desde el siglo XIX, Moscú empezó a enviar colonos. De allí que la lengua “predominante sea el ruso”.
Sin embargo, los planes soviéticos no salieron bien. Tanto así que, tras la caída de la URSS, “en 1991, más del 80 por ciento de la población del Donbás votó por la creación de la República de Ucrania”.
ABC recuerda:
“La década siguiente fue especialmente dura para la región oriental del país. Cerraron las industrias, se ahondó la crisis económica, afloraron las mafias de oligarcas, y la población achacó en gran medida la culpa al Gobierno central de Kiev, al que se acusaba de estar volcado solo hacia Occidente”.
Es la época en la que aparecen las Milicias de Autodefensa apoyadas por Moscú, y se lleva a cabo, en el 2004, un referéndum que deja en claro que la región desea separarse de Ucrania. Washington y Kiev no reconocen esta consulta, la tildan de ilegal, y se inicia una guerra civil.
En el 2015, luego de sumar 13 mil muertos y “millón y medio de desplazados”, se logra un acuerdo de paz que el Kremlin no respeto.
Es un territorio ucraniano que “incluye las regiones de Donetsk y Lugansk”, que ahora son reconocidas por Moscú como repúblicas separatistas. Según Eldiario.es, la zona es conocida por “sus minas de carbón” y en ella se vive un “conflicto armado desde abril de 2014 entre las milicias prorrusas y el Ejército ucraniano”.
Kiev se refiere a Donetsk y Lugansk como “territorios temporalmente ocupados”, la misma categoría con la que hablan de Crimea.
“Aunque lo reclaman, los separatistas no controlan toda la región de Donetsk y Lugansk, sino aproximadamente un tercio, unos 16.000 kilómetros cuadrados, según algunas estimaciones, a lo largo de la frontera con Rusia”, escribe el portal.