Hombre va a la cárcel por someter a su esposa a un “ahorro excesivo”: solo se duchaban una vez a la semana

El Tribunal Supremo de Italia ha confirmado la condena de un año y cinco meses a un hombre de la ciudad de Bologna (norte) que sometía a su esposa en casa a estrictas normas de “ahorro doméstico”, como el racionamiento de agua o papel higiénico.

La sentencia, recogida en el portal de expertos en temas jurídicos Cassazione.net, confirma la pena de un año y cinco meses de prisión por maltratos dictada en otras instancias a este sujeto “obsesionado con el ahorro”.

Mira: Las impresionantes imágenes de los canales de Venecia secos

El condenado había llegado a someter a su esposa a “un estado de ansia y frustración” por un estricto régimen que había impuesto en la casa del matrimonio.

La víctima, según los medios locales, había denunciado que solo podía comprar productos en oferta y le limitaba el uso del agua, con una sola ducha a la semana, o del papel higiénico.

Este estilo de vida, para los jueces del Supremo, se convirtió en una auténtica coacción alimentada con métodos de control y agresiones, a pesar de que el matrimonio no atravesaba apuros económicos, ambas partes con trabajo y sueldo.

Precedentes

No es la primera vez que la Alta Corte se expresa sobre situaciones de este estilo. En junio del año 2000, el Supremo falló que “la persistente y sistémica conducta de un cónyuge dirigida a hacer insoportable la vida de su pareja, con una humillante e injustificada vejación y exasperada avaricia, entra en la tipología del delito de maltratos familiares”.

Por otro lado, el Código Civil italiano recoge en su artículo 143 que “con el matrimonio, marido y mujer adquieren los mismos derechos y deberes” con la “obligación recíproca a la fidelidad, la asistencia moral y material y a la colaboración en el interés de la familia y de la convivencia”. EFE.

¿Qué es el síndrome del ahorro?

El comportamiento del sujeto podría explicarse teniendo en cuenta el concepto de síndrome del ahorro. Quienes lo padecen están demasiado preocupados por el futuro, lo que los lleva a “experimentar un presente de dificultades y renuncias, dictado por el temor de no tener los medios suficientes para enfrentar posibles situaciones de dificultades económicas”, desencadenando una vida de privaciones.

Según el medio revista GQ, los beneficios del ahorro son innegables, pero llevado al extremo puede ser nocivo. El síndrome del ahorro “no nos permite disfrutar el presente porque estamos demasiado preocupados por el futuro”.

Por lo tanto, nos encontramos experimentando un presente de continuas dificultades y renuncias, dictado por el temor a menudo infundado de no tener los medios suficientes para enfrentar posibles situaciones de dificultades económicas.