El Gobierno de Colombia y las FARC anunciaron este jueves que han llegado a un acuerdo para poner en marcha la creación de una comisión para el esclarecimiento de la verdad, la convivencia y la no repetición, que tendrá como finalidad que se esclarezca y conozca lo ocurrido en el conflicto, incluyendo las graves violaciones a los derechos humanos e infracciones al derecho internacional humanitario.
Este será un mecanismo independiente e imparcial de carácter extrajudicial y tendrá como finalidad garantizar la participación de las víctimas del conflicto, asegurar su dignificación y contribuir a la satisfacción de su derecho a la verdad.
El anuncio fue realizado en La Habana por los representantes de Cuba y Noruega, países garantes del proceso de paz, cuando se cierra el ciclo 37 de las conversaciones.
La comisión de la verdad estará formada por 11 personas que deberán inspirar confianza en la ciudadanía y serán elegidos por un comité de escogencia compuesto por nueve integrantes. La comisión tendrá una duración de tres años incluyendo la elaboración del informe final y contará con seis meses para preparar todo lo necesario para su funcionamiento.
Los tres objetivos de la comisión de la verdad son:
1) Deberá contribuir al esclarecimiento de lo ocurrido: ofrecer una explicación amplia de la complejidad del conflicto, de tal forma que se promueva un entendimiento compartido en la sociedad, en especial de los aspectos menos conocidos del conflicto.
2) Deberá promover y contribuir al reconocimiento: reconocimiento de las víctimas como ciudadanos que vieron sus derechos vulnerados, el reconocimiento voluntario de responsabilidades individuales y colectivas por parte de todos quienes de manera directa o indirecta participaron en el conflicto como una contribución a la verdad, a la justicia, a la reparación y a la no repetición.
3) Deberá promover la convivencia en los territorios: un ambiente de diálogo y espacios en los que las víctimas se vean dignificadas, se hagan reconocimientos individuales y colectivos de responsabilidad y, en general, se consoliden el respeto y la confianza ciudadana en el otro, la cooperación y la solidaridad, la justicia social, la equidad de género y una cultura democrática que cultive la tolerancia y nos libre de la indiferencia frente a los problemas de los demás.
Fuente: “El Tiempo”, GDA