Bolsonaro en el banquillo: la lluvia de procesos en su contra y por qué el de las joyas sauditas es el más grave

En Brasil, todos los ojos estuvieron puestos este jueves 31 en la sede de la policía federal de Brasilia, donde el expresidente Jair Bolsonaro y su esposa Michelle fueron citados para responder por el supuesto desvío de joyas recibidas como obsequios oficiales por Arabia Saudita. La pareja, sin embargo, optó por permanecer en silencio dejando en ascuas a quienes se preguntan cómo acabará el escándalo, que no es el único que persigue al exmandatario.

MIRA: Bolsonaro y su esposa declaran ante policía por el escándalo de las joyas

Jair y Michelle Bolsonaro “optan por adoptar la prerrogativa del silencio respecto de los hechos investigados”, señalaron las notas presentadas ante la policía por la defensa del matrimonio, difundidas en la prensa local.

En total, siete sospechosos en Brasilia y uno en Sao Paulo fueron llamados a declarar este jueves para responder a las preguntas de los investigadores al mismo tiempo y en espacios separados, una estrategia con la que se buscaba evitar que se pusieran de acuerdo en sus declaraciones.

En el centro de este caso está un conjunto de joyas y objetos de gran valor que el exgobernante, que dejó el poder el 31 de diciembre del 2022, recibió en viajes oficiales a Arabia Saudita y otros países del Medio Oriente y que debió haber entregado al acervo del Estado al finiquitar su gobierno. Según las investigaciones, algunas de las joyas sauditas habrían ingresado al gigante sudamericano de forma irregular en el 2019.

Las pesquisas en este caso, que podría configurar un delito de lavado de dinero y de peculado -lo que conllevaría posibilidades de que los acusados terminen en prisión-, también apuntan a que Bolsonaro vendió algunas de esas joyas a través de intermediarios, aunque algunos de sus colaboradores las recompraron una vez que el Estado exigió su devolución.

Entre esos artículos se encuentra un reloj de lujo que habría sido vendido y luego recomprado en Estados Unidos por Frederick Wassef, abogado de Bolsonaro. De acuerdo a las sospechas, todos los llamados a testificar pudieron haber participado en la venta de algunas de esas joyas.

De acuerdo a la justicia, el asunto podría suponer un intento de apropiación indebida de bienes públicos, hipótesis que Bolsonaro ha negado en forma enfática en declaraciones anteriores. Los ojos están puestos ahora en el testimonio del exedecán de la presidencia y considerado mano derecha de Bolsonaro durante su gestión, el teniente coronel Mauro Cid, que, según el diario “O Globo”, podría contradecir la posición de Bolsonaro.

Pero esta no es la primera vez que Jair Bolsonaro se presenta a responder ante la justicia. De hecho, ha sido la quinta vez en cinco meses que compareció ante la policía federal de Brasilia. El ex jefe de Estado tiene otras causas abiertas, civiles y penales, entre ellas las siguientes:

Uno de los casos contra el expresidente está vinculado con la asonada golpista del 8 de enero, cuando miles de sus simpatizantes invadieron las sedes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema en Brasilia, en un intento por derrocar al Gobierno del actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

La agencia AFP explica que Bolsonaro enfrenta cinco investigaciones en el Supremo Tribunal Federal (STF), susceptibles de penas de prisión.

Cuatro fueron abiertas durante su presidencia, mientras que en la última es investigado como presunto instigador del asalto del 8 de enero, caso por el que también fue interrogado por la policía en Brasilia.

Bolsonaro también es investigado por difundir desinformación sobre las urnas electrónicas, caso por el que en junio fue declarado inelegible políticamente durante ocho años.

La sanción fue dada por el Tribunal Superior Electoral (TSE), que encontró culpable al expresidente de abuso de poder político y uso indebido de los medios de comunicación al haber dado información falsa y sin pruebas sobre el sistema electoral, tres meses antes de perder por poco las elecciones ante Lula da Silva.

Su defensa ha afirmado que apelará ante el Supremo Tribunal Federal (STF). Sin embargo, otros 15 casos por ese tema se tramitan ante el TSE por los que Bolsonaro podría sumar nuevas condenas.

A mediados de mayo, Bolsonaro negó ante la Policía Federal en Brasilia su participación en la supuesta falsificación de certificados de vacunación contra el COVID-19 investigada por las autoridades.

La pesquisa se centra en un supuesto esquema de falsificación de certificados de vacunación para Bolsonaro, un escéptico del COVID-19 que siempre aseguró no haberse vacunado, así como de otros allegados.

Como parte de esa investigación, por la que la policía allanó la casa del expresidente, se analiza si existió una “asociación criminal” sospechosa de “insertar datos falsos de vacunación anticovid en beneficio del entonces presidente”, con el fin de “burlar las restricciones sanitarias impuestas por Brasil y por Estados Unidos”, adonde Bolsonaro viajó con una comitiva de familiares y asesores dos días antes de terminar su mandato, y donde permaneció por tres meses.