Óscar Vásquez Morales lleva diez años postrado en una cama. La culpa la tiene su peso, de casi 400 kilos, el equivalente al de cinco hombres de su altura (1,71 metros).Seguir a @Mundo_ECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Esa condición lo hace el hombre más gordo de Colombia.
Su obesidad mórbida ya empezaba a ser evidente en 1988. Apenas tenía 17 años y pesaba 110 kilos.
Diez años después su peso se había duplicado, hasta alcanzar los 230 kilos. Casi no salía a la calle y para dar unos pasos se tenía que ayudar con un caminador.
Y en la siguiente década esas salidas se limitaron tanto que cruzó las puertas de su casa sólo en cuatro ocasiones.
Hoy, a sus 44, tuvo que aprender a hacerlo todo desde la cama, y depende de sus hermanos, de un cuñado y de sus sobrinas para asearse, vestirse y comer.
Aunque su familia es incapaz de moverlo.
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La Fundación Gorditos Anónimos le tendió la mano para “rescatarlo”. (Foto: Getty Images)
“Es el caso más extremo que he tratado hasta ahora”, reconoce Salvador Palacios, el fundador de Gorditos de Corazón, una organización sin ánimo de lucro que desde hace 10 años tiene, entre otros objetivos, el de “rescatar” a obesos en todo el país.
Y eso mismo se propuso hacer con Vásquez.
Vida “en peligro”
“Su vida corre peligro. De no reducir pronto su peso e índice de masa corporal, (Vásquez) podría morir a causa de las múltiples enfermedades que padece”, afirma Palacios, quien en su día también fue un paciente con obesidad mórbida.
Por una parte, por la deformación que le han provocado los kilos de más, Vásquez tiene pliegues tan profundos en la piel que se le llenan de llagas constantemente.
También sufre un linfedema severo, una grave inflamación del tejido que rodea a ciertos órganos, producto de la acumulación del líquido linfático y componentes proteínicos y grasas.
Otras de las consecuencias de su exagerado peso es una seria apnea de sueño.
“Deja de respirar mientras duerme, por lo que podría sufrir un muerte súbita”, aclara Palacios.
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Superada la primera intervención, a Vásquez aún le quedan dos cirugías de alto riesgo por delante y varias operaciones menores más. (Foto: Reuters)
Y las implicaciones de su condición no son solo físicas; también padece depresión y ansiedad. Y eso último lo convierte en un “comedor compulsivo”, dice Palacios.
“No puede dejar de comer, aunque eso lo está matando”.
Consciente de ello, Vásquez acaba de empezar un complejo proceso para que la muerte no lo sorprenda de forma prematura y para mejorar su calidad de vida.
El tratamiento constará de tres intervenciones, según el cirujano bariátrico Juan Carlos Castillo.
Un balón y una manga
Después de haberse sometido a una dieta para bajar 20 kilos, este lunes llegó a la clínica Desa, al sur de Cali, para que le fuera realizada la primera intervención.
Pero el traslado de su casa en Palmira, en el valle de Cauca, al hospital de la capital de ese departamento no fue sencillo.
En la tarea participó el cuerpo de bomberos local —unas 20 personas—, que se encargó de levantarlo de la cama y meterlo en el vehículo que lo llevaría al centro.
“Tuvimos que usar una carpa adaptada con unas varillas de acero para cargarlo, sacarlo de casa y montarlo en la ambulancia”, explicó Palacio a los periodistas que se reunieron para documentar el momento.
“Ya en la ambulancia se adaptaron unas colchonetas para llevarlo”, prosiguió.
Y añadió: “En Colombia no hay ambulancias adaptadas para ese tipo de obesos mórbidos y las camillas soportan como máximo 150 o 180 kilos”.
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Unos 20 bomberos participaron en el operativo para trasladarlo al hospital. (Foto: Reuters)
Una vez en la sala de operaciones, a Vásquez le fue implantado un balón gástrico; una esfera de silicona flexible y blanda que se coloca en el estómago por medio de una endoscopia y que genera al paciente una sensación de plenitud o de saciedad.
Con el balón se espera que el colombiano más obeso pierda entre 30 y 40 kilos.
Una vez lo logre, podrá someterse a la próxima prueba: una cirugía de manga gástrica.
La manga es una banda inflable que se coloca alrededor de la porción superior de estómago, y su función es limitar el alimento que se ingiere y prolongar el proceso de vaciado del estómago.
La consecuencia debería ser la pérdida de peso; en el caso de Vásquez, una pérdida de entre 70 y 90 kilos.
Hasta los 100 kilos
Después vendrá un bypass gástrico o cirugía de derivación gástrica, la más complicada de las tres intervenciones, ya que implica la modificación del sistema digestivo.
La operación consiste en reducir el estómago y hacer que los alimentos vayan directamente desde este estómago reducido hacia el final del intestino.
Así, además de reducir la capacidad del estómago para albergar alimentos, estos no pasan por una gran parte del intestino, con lo que se minimiza su absorción.
Con esta última intervención los médicos esperan que Vásquez baje hasta los 100 kilos.
“El proceso, con dos cirugías de alto riesgo, debe tomar unos tres años y luego tendría que someterse a operaciones reconstructivas y a otra para retirarle la piel sobrante”, explica Palacios, el director de Gorditos de Corazón.
“A partir de hoy espero un cambio”, dijo Vásquez a los medios que lo esperaban el lunes a la salida del hospital, con la esperanza de, al final del complejo procedimiento, llegue a pesar la cuarta parte de lo que pesa hoy.